Continuación de Samarcanda, la joya de Asia Central (segunda parte).
Introducción a Taskent
Nuestra última etapa en el viaje a Uzbekistán fue la moderna Taskent, que no seduce al visitante de primeras, sobre todo si has visitado antes el fantástico trío de oro que componen Khiva, Bukhara y Samarcanda. Sin embargo, en el breve espacio de tiempo que estuvimos en la ciudad, es la ciudad donde viviría si tuviera que quedarme unos meses en Uzbekistán. De anchas avenidas, donde se encuentra las sedes gubernamentales, es la ciudad más poblada de largo del país. Y si bien, no es ninguna ciudad museo, se puede palpar en el ambiente una ciudad viva, con juventud, donde se congregan estudiantes de todo el país y donde se encuentran las empresas más punteras de la nación. Si uno se fija atentamente en los ciudadanos de Taskent, se puede apreciar una multiculturalidad y cosmopolitismo que no lo encuentras en ninguna de las ciudades museo uzbekas que visitamos con anterioridad.
Si quieres vivir la auténtica experiencia uzbeka y mimetizarte y llegar a hacer una inmersión con la gente de allí, Taskent podría ser el lugar idóneo. Otra cosa es el interés que pueda tener desde un punto de vista estrictamente turístico. Esto se debe a que la construcción de la ciudad es relativamente nueva. La historia de Taskent se remonta a los siglos I y II a.C., y ha vivido transiciones entre civilizaciones muy parecidas a las que hemos comentado anteriormente de las otras ciudades. Sin embargo, la ciudad fue asolada en 1966 por un terremoto que destruyó la práctica totalidad de sus edificios y dejó a unas 300.000 personas sin hogar. Por tanto, el aspecto de la ciudad actual se debe, en parte, a la reconstrucción de los años 60 y 70 de época soviética, y de otra, a la época post independencia a partir de los años 90.
Nosotros llegamos en tren a primera hora de la mañana y teníamos un vuelo fijado a la ciudad de Almaty (Kazajstán) por la tarde ese mismo día. Sin más demora nos dirigimos a explorar la ciudad.
Amir Temur y Mustaqillik Maydoni
La desangelada plaza de Amir Temur es un buen punto de partida para empezar a visitar la ciudad, de hecho, todas las calles principales parten de esta plaza, que el expresidente Karimov, en su intento de embellecer la ciudad, taló decenas de árboles centenarios que daba vida a la plaza. La plaza la preside una solitaria estatua de Amir Temur a caballo, desde el que se puede observar un brillante y moderno edificio llamado Dom Forum, que cuando está abierto, suele albergar contados eventos exclusivos.
En el otro lado, se puede observar el pintoresco edificio del museo estatal de historia timúrida que fue construido con motivo del 600 aniversario del nacimiento de Amir Temur.
Siguiendo con el paseo, nos detuvimos a almorzar en una de las cafeterías de la parte comercial de la calle de Kemal Ataturk, donde se suelen congregar multitud de puestos de comida.
Un poco más al oeste nos topamos con la plaza de la independencia (Mustaqillik Maydoni), cuyas puertas son custodiadas por unos pelicanos de la buena suerte, y donde multitudes se reúnen para ver los desfiles del día de la independencia. Se trata de una amplia plaza presidida por una magnífica columnata de color blanco, y diversas fuentes estratégicamente colocadas, junto con el edificio del senado con marcado estilo moderno centroasiático. Al norte, nos encontramos con el monumento de la Madre que Llora, estatua homenaje a los 400.000 soldados uzbekos fallecidos en la II Guerra Mundial.
El metro de Taskent
Si hay algo que despierta un mayor interés y que marca algo de diferencia respecto a otras ciudades de Uzbekistán es el interesante metro de Taskent. Muy cerca de la plaza de la independencia, nos adentramos en el metro de la ciudad e hicimos un par de paradas.
Dependiendo de la parada, podemos observar bellos techos abovedados, paredes con azulejos y ricas figuras geométricas, columnas de alabastro, etc. Es un intento con varios km de distancia de parecerse al magnífico metro de Moscú, pero lo han hecho lo suficientemente original como para merecer la pena una pequeña inmersión en sus paradas y vagones.
De hecho, es un buen lugar para hacerte una idea del cosmopolitismo y mezcla de ciudadanos de las distintas razas y estirpes de Asia Central que se congregan en la capital.
Torre de televisión y Khast Imom
De camino al complejo de Khast Imom, visitamos la base de la torre de televisión de Taskent, un impresionante edificio de tres patas que alcanza una increíble altura de 375 metros. Se puede subir a unos 100 metros de altura, pero decidimos que no nos merecía ni tiempo ni el dinero para contemplar Taskent. Eso sí, el diseño soviético, como si de un cohete se tratara, merece la pena verlo de cerca.
Quizá la parte más importante de Taskent es el Khast Imom, el centro religioso oficial de la república de Uzbekistán, que se encuentra en la parte antigua de Taskent. Las construcciones y reformas son muy recientes, y en el momento de la visita, se estaba levantando más edificios de carácter religioso para engrandecer este complejo.
La vasta plaza de Khast Imom está presidida por la impresionante mezquita del viernes Hazroti Imom (2007), con dos imponentes minaretes de unos 54 metros de altura y un par de cúpulas azul celeste. Sin embargo, no tiene nada que ver con el grandioso Registán de Samarcanda o el Poyi Kalan de Bukhara.
De todas formas, pudimos entrar a la mezquita por dentro (habiéndonos descalzado previamente), después de cruzar un elegante patio. Dentro de la mezquita de alta capacidad, pudimos apreciar la rica decoración de tonos azules (en forma de moqueta) y cálidos (paredes y techo de colores pastel).
Al norte de la plaza, podemos apreciar la madraza de Barak Khan, del SXVI, aunque recientemente restaurada. Sigue el mismo diseño que otras madrazas de Uzbekistán, con un colorido iwán.
Sin embargo, lo más importante de este complejo es la biblioteca-museo de Moyie Mubarek, que alberga el sagrado Corán de Osman, del SVII y considerado el Corán más antiguo del mundo. Si os acordáis, en la plaza exterior de la mezquita de Bibi-Khanym en Samarcanda, nos encontramos con un atril y justo encima una Corán gigante, que es réplica del que se encuentra hoy en día en esta biblioteca-museo. Este enorme tomo encuadernado llegó a Samarcanda de la mano de Amir Temur, sin embargo, en 1868, los rusos se lo llevaron a Moscú, permaneciendo allí hasta 1924, cuando se devolvió a Taskent.
El museo es fantástico. Es un remanso de paz donde también tienes que descalzarte para ver esta obra de arte, sagrada para el mundo islámico. Como es obvio, no puedes hacer fotos dentro del lugar por su carácter sagrado. Además de este ejemplar único, el museo dispone de estancias que despliegan 30-40 libros, que son mayoritariamente curiosas copias del Corán de diversos periodos.
Bazar de Chorsu
El casco antiguo de Taskent comienza junto el bazar de Chorsu. Este fue nuestro punto final de la rápida visita a Taskent. Se trata de un edificio coronado por una gigantesca cúpula verde, y alrededor del edificio, decenas de puestos de todo tipo de productos y artilugios.
Dejamos el coche en el parking y entramos por estos puestos donde pudimos comprar algunos souvenirs. Aquí venden prácticamente de todo, ya sea, abrigos, cerámica, utensilios de cocina, productos típicos de Uzbekistán.
A medida que nos dirigimos y entramos al lugar más cerrado, nos encontramos con el mercado de abastos, donde se pueden apreciar multitud de especias, frutos secos y legumbres a granel, amontonados (algo que es obvio que en Europa no pasaría la primera prueba de sanidad).
También pudimos ver el lugar donde se hacen los panes circulares típicos del país.
Como dato, hay que evitar perder al grupo, ya que el mercado es un auténtico laberinto donde es difícil orientarse. El dato es que me perdí yo, quedándome en un puesto para comprar un souvenir. Al principio entras en pánico, pero en unos pocos minutos supe encontrar al grupo.
Acabada nuestra aventura en Chorsu, y en definitiva en Taskent, y en Uzbekistán, nos dirigimos al aeropuerto para visitar la tranquila ciudad de Almaty, Kazajstán.
A continuación Ocio, compras y gastronomía en nuestro viaje a Uzbekistán.