En nuestro camino a Mostar desde Croacia decidimos hacer una parada en Medjugorje, a tan solo 35 minutos de nuestro destino. ¿qué nos podría llevar a dedicarle medio día a este lugar perdido en los Balcanes? Para responder a esta pregunta hay que informarse de la historia que la ha convertido en un centro de peregrinación de todo el mundo cristiano.
Las apariciones de la virgen de Medjugorje
Corría el año 1981, en la pequeña localidad de Medjugorje (actualmente en Bosnia-Herzegovina pero por aquel entonces Yugoslavia), cuando a 6 chicos entre los 10 y 16 años, se les apareció la Virgen María en un monte cercano.
Primera aparición – 24 de junio
El 24 de junio de 1981, día se San Juan Bautista, dos jóvenes llamadas Ivanka Ivankovic y Mirjana Dragicevic se encuentran paseando por detrás del pueblo. Ivanka le comenta a su compañera que cree que la Virgen está en el monte, comentario que es ignorado por Mirjana. Poco después se encuentran con Milka Pavlovic y con Vicka Ivankovic – otras dos jóvenes, con las que deciden desandar lo andado por su intuición. Entonces ocurre lo siguiente:
Cuando llegan al lugar las tres muchachas, ellas ven también, a una distancia indeterminada, a una hermosa joven de unos dieciocho años, de ojos azules y pelo moreno, con la tez blanca y las mejillas ligeramente sonrosadas, que sostiene en sus brazos a un pequeño bebé al que no logran ver, aunque aprecian que se mueve envuelto en una manta o toca. La joven viste un largo vestido azul claro, y un velo blanco cubre su cabeza, sus hombros y su espalda. La muchacha, de una belleza indescriptible según relatan las chicas, no pisa el suelo, sino que flota a un metro de altura sobre él, y sus pies están cubiertos por una nubecilla blanca.
Relato de la primera aparición
Minutos después llegan Ivan Dragicevic e Ivan Ivankovic al lugar y los 6 ven a la Virgen cómo les hace señas para acercarse a ella. Éstos, ya sea por miedo o por no creerse lo que estaban viendo, terminan huyendo del lugar.
Segunda aparición – 25 de junio
Después de haber corrido la voz, al mediodía del día siguiente, un pequeño grupo de familiares propone a algunos de los jóvenes videntes acompañarlos esa misma tarde al mismo lugar y a la misma hora.
De los seis chicos que vieron a la mujer el día anterior, no están esa segunda tarde ni Milka ni Ivan Ivankovic. En su lugar estarán la hermana mayor de Milka, Marija, y Jakov Colo, un niño de diez años.
Cuando la comitiva comenzó a subir por el monte, los seis niños del grupo se adelantan corriendo empujados por un impulso fuerte de subir a lo alto a una velocidad imposible de seguir. Se encontraban en una especie de trance.
Unos minutos más tarde, cuando los familiares y demás personas que les acompañaban llegan arriba, los seis chicos están de rodillas, los cuales al estar en dicho estado de trance no contestan a sus llamadas ni se inmutan ni se mueven. Hablaban sin emitir sonidos, con un rostro radiante y con lágrimas de alegría.
Unos treinta minutos después, los chicos recobraron la percepción del espacio y el tiempo. No eran capaces de hablar, se abrazaban y gemían entre llantos y risas.
Ese día los chicos volvieron a ver a la Virgen María, esta vez sin el Niño.
Era indescriptiblemente bella, sonriente y alegre, y cuando estuvieron ante ella, como a una distancia de uno o dos metros, comenzaron a rezar simultáneamente. Primero, un Padrenuestro, luego un Avemaría y después un Gloria. La primera vez que oyeron la voz de la mujer fue al acompañarles en el rezo de las oraciones del Padrenuestro y del Gloria, pero guardó silencio cuando los niños rezaron el Avemaría.
Algunos de los chicos se atrevieron a hablar con ella, siendo la primera Ivanka, quien le preguntó si podría ver a su madre, fallecida dos meses atrás. La señora le contestó que sí la vería, pero no en ese momento, sino más adelante, y que no se preocupase, pues su madre estaba con ella. Mirjana pidió entonces alguna señal para que sus familiares y amigos les creyesen, ante lo que la señora se limitó a sonreír.
A los pocos minutos para ellos, aunque media hora para los testigos, la señora se despidió diciendo: “Dios esté con vosotros, mis ángeles”. Los niños le preguntaron si la verían el día siguiente, y ella contestó que sí asintiendo con la cabeza.
Relato de la segunda aparición
Los relatos de los niños como los de los testigos corrieron como la pólvora por todo el valle de Medjugorje. Muchos se acostaron ese día deseando subir, a la media tarde del día siguiente, a la que ya se empezó a conocer como la Colina de las Apariciones.
Tercera aparición – 26 de junio
Pasadas las cinco de la tarde, los seis chicos del día anterior, más los dos del primer día, se encaminaron hacia el mismo lugar, pero ya en esta ocasión, quienes les acompañaban superaban las 300 personas (casi toda la comarca a la que pertenecía Medjugorje).
Los mismos chicos volvieron a adelantarse y a correr a la cima del monte y se volvieron a quedar en trance de forma muy parecida al día anterior. Quedaba de esta manera conformado el grupo de videntes en los seis del segundo día, y que son los auténticos protagonistas del fenómeno de Medjugorje: Vicka, Mirjana, Ivanka, Marija, Ivan y Jakov.
Respecto a Marija, desveló más tarde que la Virgen María se le había aparecido de nuevo, en esta ocasión a ella sola y de una manera muy diferente.
La Virgen María iba de negro y lloraba. Cuando Marija, le preguntó por qué lloraba, la Virgen María dio uno de los mensajes más importantes: “Paz, paz y solo paz”. En ese momento, apareció detrás de la Virgen María una cruz de madera, y la Virgen María volvió a hablar: “La paz debe reinar entre el hombre y Dios, y entre todos los hombres”. Tras estas palabras, la Virgen María añadió algunas más, indicando la necesidad de los hombres de volver a Dios y de convertir sus vidas en vidas de oración.
El párroco del pueblo que había pasado la última semana en el Zagreb volvió muy sorprendido a Medjugorje e interrogó a los niños a los que apenas les creyó (por entender que era cosa de niños). De hecho, tal fue el revuelo que empezaron a proliferar patrullas de policías en el pueblo – recordad que esta zona estaba bajo el yugo de la dictadura de Tito, el cual se tomaban muy enserio cualquier acción fuera de lo normal que pudiera provocar desorden público.
De todas formas, este tercer día quedaron consignadas tres de las características de las apariciones de Medjugorje: (1) el grupo de seis videntes, (2) las apariciones en grupo o individuales, y (3) los mensajes de la Virgen dirigidos a la humanidad.
Esa noche Medjugorje había dejado de ser un desconocido y tranquilo pueblo de Herzegovina, y su nombre ya era conocido en todas las regiones cercanas.
Cuarta aparición – 27 de junio
Este día comenzó con diversos interrogatorios de las familias y de los chicos y la comprobación de que estuvieran en sus facultades mentales. Después de pasar las pruebas habiéndoles declarados sanos, volvieron de nuevo al monte junto con un millar de personas y volvieron a quedar en trance (esta vez no pudieron adelantarse al resto de los peregrinos). De todas formas, esta vez la Virgen María les trasladó algunos mensajes como:
“Han de creer firmemente, y han de cuidar la fe del pueblo”.
“No tengáis miedo de nada”,
La Virgen de Medjugorje
Quinta, sexta y séptima aparición – 28, 29 y 30 de junio
Cada día la peregrinación va causando más preocupación entre las autoridades. Miles de peregrinos acuden en masa después de que se corriera la voz e incluso las noticias sobre el pueblo salen en la prensa local, cosa que era un desafío para la dictadura de Tito, abiertamente atea. Incluso se traslada a los niños a Mostar para hacer un chequeo psiquiátrico donde se vuelve a conformar que están perfectamente sanos.
Los niños por las tardes volvían a entrar en trance en el monte y seguían recibiendo mensajes de fe, paz y alegría por parte de la Virgen María:
“Bienaventurados aquellos que sin haber visto, han creído” “Hay un solo Dios, una sola fe. Creed fuertemente y confiad”.
La Virgen de Medjugorje
El séptimo día intentaron incluso disuadir a los niños de ir al monte metiéndoles en una furgoneta con excusa de protegerlos contra las masas de peregrinos. De nada sirvió ya que hicieron para la furgoneta y entraron en trance en una cuneta en el momento señalado.
Siguientes días
Los acontecimientos se sucedieron de este modo, a la misma hora y en el mismo lugar del Podbrdo (Colina de Apariciones), hasta el día 12 de agosto, momento en que quedó prohibido oficialmente acceder al monte.
Ese día, el ejército se desplegó en Medjugorje y llenaron la zona de controles y soldados para evitar que nadie llegara al monte. Pero esto no mitigó el testimonio y el empeño de los chicos, quienes siguieron teniendo las apariciones allí donde se encontraran, ya fuese en los campos, en el otro monte, en sus propias casas y habitaciones, o donde fuera.
Ellos solo sabían, cada día, que cuando faltasen unos veinte minutos para las siete de la tarde, la imagen iba a aparecer. Estuviesen solos, en grupos de dos o de tres, o los seis a la vez, todos los días a la misma hora, tenían esa experiencia mística del éxtasis, en que se quedaban ausentes del contexto temporal y sensorial que les rodeaba. A veces veían y oían exactamente lo mismo, y a veces escuchaban cosas diferentes, dirigidas personalmente para cada uno de ellos sin que los otros supiesen qué decía la Virgen a los demás.
Relato de las apariciones
Desde entonces, hasta el día de hoy, millones de personas han peregrinado a Medjugorje para vivir una experiencia espiritual que, en muchas ocasiones, ha cambiado la vida de quienes han acudido hasta allí en peregrinación habiendo muchos testimonios de curación y conversión. De todas formas, la Iglesia Católica no ha reconocido al menos de forma oficial las apariciones de la Virgen María aquí en 1981. Deberán pasar algunos años más hasta que las veamos reconocidas por la misma.
Hay gran cantidad de libros y testimonios que informan sobre estos curiosos días de apariciones. Llama mucho la atención que sean tan cercanas en el tiempo a nuestros días ya que a medida que damos mayor entendimiento racional y científico a los hechos que ocurren, todavía hechos como los que ocurrieron en Medjugorje mueven a millones de personas en el mundo.
Peregrinación a Medjugorje
Atraídos por esta fantástica historia, decidimos en nuestra ruta por los Balcanes y por Bosnia & Herzegovina, acercarnos a este pueblo aparentemente milagroso. Queríamos hacer el camino de subida al monte de las apariciones y poder palpar la religiosidad en el ambiente.
A pesar de no ser abiertamente religioso ni practicante, me llaman la atención las religiones y reconozco que hay algunos lugares en el mundo que se palpa una religiosidad en la atmósfera (como, por ejemplo, el Muro de las Lamentaciones, el Santo Sepulcro o la Mezquita de Al-Aqsa). No sabes por qué pero hay algo especial que hace que te sientas de una forma distinta que en otros lugares. Medjugorje podría ser uno de ellos.
Tras varias aventuras y preguntas en distintos establecimientos por fin llegamos al principio de la cuesta que te subía a la montaña. El monte está muy cerquita del pueblo por lo que no tiene perdida y puedes dejar el coche en un parking habilitado para ello.
Lo primero que me llamó la atención fue el camino que subía al monte. Era endemoniado. Parecía que lo hubieran hecho adrede como una senda de guijarros y piedras afiladas. Con calzado adecuado se sube bien pero muy lentamente ya que una caída podría suponer un desenlace fatal. ¡Lo que más me impresionó fue el ver a peregrinos que estaban haciendo ese camino descalzos! Entiendo que la fe pueda mover a un ser humano a realizar acciones extraordinarias y ya os digo que ese hito me pareció una de ellas.
Después de 30-40 minutos largos conseguimos llegar a una explanada. Cabe destacar la escultura de la Virgen María sobre una plataforma en forma de estrella y varios peregrinos rezando a su alrededor con una devoción extrema. La estatua de esta “Reina de la Paz” debido a su principal mensaje de estas apariciones, marca el lugar de la primera aparición.
Después de dar una vuelta por la zona también pude ver una cruz de madera física recreando el simbolismo de la aparición de la Virgen junto con una cruz de madera visionada. Llamaba la atención el tipo de peregrinos que había por la zona. No había turistas. Solo creyentes pidiendo y rezando a la Virgen María.
Abajo en el pueblo resalto la explanada de la Iglesia de Santiago donde hay otra recreación de la Virgen María y también, cerca de allí, la estatua de “Cristo Resucitado” donde un misterioso líquido sale de la pierna del Cristo.
Es una curiosa estatua realizada de forma original y, como viendo siendo habitual, se ha convertido en otro lugar de peregrinación (menos famoso). Otro lugar interesante pero que ya no nos dio tiempo a visitar es la cruz gigante que se encuentra en lo alto del monte de la Cruz y que es objeto de las peregrinaciones de mayor recorrido (para subir necesitas varias horas).
Medjugorje se ha transformado en el pueblo de la Virgen María y casi todo está orientado a ello – alojamientos, tiendas de recuerdo, restaurantes etc. Bien vale la pena pasar medio día por aquí y conocer la interesante historia de la Virgen de Medjugorje – la Virgen de la Paz.