Continuación de Domingo de Ramos– Dominus Flevit (Parte Segunda Parte).
Jesús y los comerciantes del templo
15 Cuando llegaron a Jerusalén, Jesús entró en el templo y empezó a sacar de allí a los que estaban vendiendo y comprando. Derribó las mesas de los que cambiaban dinero de otros países por dinero del templo, y también derribó los cajones de los que vendían palomas. 16 Y Jesús no dejaba que nadie anduviera por el templo llevando cosas. 17 Luego se puso a enseñar a la gente y le dijo: «Dios dice en la Biblia: “Mi casa será llamada ‘Casa de oración para todos los pueblos’.” Pero ustedes la han convertido en cueva de ladrones.»
18 Cuando los sacerdotes principales y los maestros de la Ley escucharon a Jesús, empezaron a buscar la forma de matarlo. Y es que le tenían miedo, pues toda la gente estaba asombrada por lo que enseñaba.
19 Al llegar la noche, Jesús y sus discípulos salieron de la ciudad.
Marcos 11.15-19
Jesús y los comerciantes del templo
Muy significativo en este repaso de la Semana Santa es el momento en el que Jesús echó a los mercaderes del Templo de Jerusalén. Para situarte en este escenario, debes acudir al Monte del Templo o a la Explanada de las Mezquitas. Este lugar es un monte sagrado para las grandes religiones monoteístas. Respecto a los cristianos, es el hecho que acabo de relatar (Jesús echando a los comerciantes del templo). Para los judíos, es el lugar donde se encontraba el famoso templo de Salomón (el Gran Templo) y donde el rey David guardaba el Arca de la Alianza, y para los musulmanes, se trata del lugar donde Mahoma ascendió a los cielos (y en el que está situada Al-Aqsa – la Cúpula de la Roca).
Del Gran Templo no queda nada. Fue construido por Salomón en el SX A.C. y destruido por el rey de los babilonios, Nabucodonosor en el 587 A.C. El segundo templo se levantó poco después de la destrucción del primero, en el 538 A.C. siendo más pequeño que el anterior. En el año 170 A.C. es saqueado y profanado por Epífanes aunque fue restaurado solo 3 años después. Así quedó hasta el año 20 A.C. en el que Herodes empezó su reconstrucción terminando en solo 10 años.
Fue justo ese momento el que conoció Jesús y en el que ocurrió la escena de la expulsión de los mercaderes. Poco queda de este último templo ya que en el 70 D.C. las tropas romanas de Tito entraron y destruyeron el templo del que solo sobrevivió el (1) el Muro de las Lamentaciones – el lugar más sagrado actualmente del judaísmo – que realmente pertenecía a un muro de contención de dicho templo, y (ii) la Menorah o Candelabro de Siete Brazos con el que Tito entró triunfante en Roma. En su interior, el templo albergaba en el Santo Sanctorum, la famosa Arca de la Alianza, con las tablas de los 10 mandamientos de Moisés.
A unos que ponderaban los hermosos sillares del templo y la belleza de su ornamentación les dijo: “Llegará un día en que todo lo que contempláis lo derribarán sin dejar piedra sobre piedra”.
Lucas 21.5
Premonitoria la frase de Jesús en Lucas 21.5 ya que del propio templo no dejaron piedra sobre piedra.
Recomiendo encarecidamente la visita a la Explanada de las Mezquitas. Es un sitio tranquilo y de máxima religiosidad por lo comentado anteriormente. Un lugar donde puedes sentirte caminando por donde Jesús lo hacía en su tiempo.
Jesús es ungido en Betania
Jesús es ungido en Betania
1 Seis días antes de la Pascua fue Jesús a Betania, donde estaba Lázaro, el que había estado muerto y a quien había resucitado de los muertos. 2 Y le hicieron allí una cena; Marta servía y Lázaro era uno de los que estaban sentados a la mesa con él. 3 Entonces María tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús y los secó con sus cabellos; y la casa se llenó del olor del perfume. 4 Dijo uno de sus discípulos, Judas Iscariote hijo de Simón, el que lo había de entregar:
5 —¿Por qué no se vendió este perfume por trescientos denarios y se les dio a los pobres?
6 Pero dijo esto, no porque se preocupara por los pobres, sino porque era ladrón y, teniendo la bolsa, sustraía de lo que se echaba en ella. 7 Entonces Jesús dijo:
—Déjala, para el día de mi sepultura ha guardado esto. 8 A los pobres siempre los tendréis con vosotros, pero a mí no siempre me tendréis.
Juan 12 1-8
En este pasaje de la biblia, el lunes santo, Jesús fue a Betania a ver a Lázaro, que protagonizó previamente en los evangelios el famoso pasaje de su resurrección por Jesús después de muerto. Como en todos los lugares sagrados, han recreado una iglesia y, en este caso, aseguran que también está su primera tumba, aquella de la que fue resucitado. Este lugar es el único que se encuentra un poco a desmano porque está situado en el pueblo palestino de al-Eizariya, donde se encontraba el bíblico pueblo de Betania.
Por tanto, también tendrás que pasar a territorio controlado por las autoridades palestinas, el cual puede estar cerrado en jornadas de tensión israelita-palestina.
A continuación Jueves Santo – Cenáculo y San Pedro In «Gallicantu» (Cuarta Parte).