Continuación de Viernes Santo – Getsemaní (Quinta Parte).
Vía Crucis
Si bien, me hubiese gustado dejar solo el Vía Crucis para el Viernes Santo, tiene sentido empezar en Getsemaní el recorrido para llegar a la cercana Puerta de los Leones y entrar a la ciudad vieja de Jerusalén por Vía Dolorosa.
Aquí comienza el vía crucis, que relata los últimos momentos de la vida de Jesús y donde cientos de peregrinos acuden a realizarla alguna vez en su vida a Jerusalén. El vía crucis son 14 estaciones que comienza con la condena a Jesús, el camino de Jesús con la cruz a cuestas hasta el Gólgota (lugar de la calavera) o el Calvario, su crucifixión y su posterior resurrección. Hay que tener en cuenta que el recorrido histórico del via crucis es muy difícil saber cuál fue ya que como hemos hablado anteriormente, el camino que recorrió Jesús está en el subsuelo, bajo miles de toneladas de escombros.
La tradición del Vía Crucis por la Vía Dolorosa comenzó alrededor del SXVI y con menos estaciones. Con el paso de los años se han ido añadiendo estaciones y ganando popularidad el recorrido actual.
El vía crucis son las siguientes 14 estaciones que tienen reflejo en un recorrido de poco más de 500 metros a través de vía Dolorosa, bazares y zocos, hasta llegar finalmente a la Iglesia del Santo Sepulcro. Algunas estaciones están claramente señaladas, otras no son tan obvias por lo que hay que realizar el recorrido con indicaciones detalladas y los ojos muy abiertos.
Resumiendo, las 14 estaciones son las siguientes:
- 1. Jesús es condenado a muerte
- 2. Jesús carga con la cruz.
- 3. Jesús cae por primera vez.
- 4. Jesús encuentra a María, su madre.
- 5. Simón ayuda a llevar la Cruz de Jesús.
- 6. Verónica enjuga el rostro de Jesús.
- 7. Jesús cae por segunda vez.
- 8. Jesús consuela a las hijas de Jerusalén.
- 9. Jesús cae por tercera vez.
- 10. Jesús es despojado de sus vestiduras.
- 11. Jesús es clavado en la Cruz.
- 12. Jesús muere en la Cruz.
- 13. Jesús en brazos de su Madre.
- 14. Jesús es sepultado.
Primera Estación – Jesús es condenado a muerte
Cuando realizamos el recorrido del vía crucis, estuvimos prácticamente 20 minutos buscando la primera estación que representa la condena a muerte de Jesús. Resulta que esta estación se encuentra en el patio de la escuela musulmana de El Omariye. Lo significativo no es esta escuela sino que en este lugar estaba situado el Pretorio o la residencia del procurador de Judea, Poncio Pilato, la llamada Fortaleza Antonia que Flavio Josefo describió como «una torre con cuatro torres en cada esquina. Es aquí donde estaba Cristo cuando fue condenado a muerte por Poncio Pilato, que realmente no deseaba mandar a morir a Jesús sino que lo hizo influenciado por los jefes de los sacerdotes
Condena a muerte
22 Pilato les dijo: ¿Qué, pues, haré de Jesús, llamado el Cristo? Todos le dijeron: ¡Sea crucificado! 23 Y el gobernador les dijo: Pues ¿qué mal ha hecho? Pero ellos gritaban aún más, diciendo: ¡Sea crucificado!
24 Viendo Pilato que nada adelantaba, sino que se hacía más alboroto, tomó agua y se lavó las manos delante del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este justo; allá vosotros.
Mateo 27.22-24
En nuestra experiencia no pudimos acceder al patio de la escuela por lo que nuestra peregrinación empezó en la segunda estación.
Segunda estación – Jesús carga con la Cruz.
Justamente enfrente de lo que otrora fue la Fortaleza Antonia, se encuentra la estación de la flagelación e imposición de la cruz. Aquí, a diferencia de la primera estación, está bien señalada lo que ocurrió en este sitio.
Podemos apreciar una puerta sellada con dos inscripciones a sus lados:
Apprehendit Pilatus Jesum, et flagellavit
AsI que, entonces tomó Pilato á Jesús, y le azotó.
et milites plectentes coronam de spinis inposuerunt capiti eius
Y los soldados tejieron una corona de espinas, la pusieron sobre su cabeza
Juan 19.1-2
Y varios metros adelante una entrada al patio del Monasterio Franciscano que nos hace recordar en su interior con imágenes y representaciones de esta estación del vía crucis.
Justamente en la entrada podemos también leer:
Pilatus foras adduxit Et Jesum sedit pro tribunali in loco qui dicitur Lithostrotos
Entonces Pilato, oyendo esto, llevó fuera a Jesús, y se sentó en el tribunal en el lugar llamado el Enlosado, y en hebreo Gabata.
Juan 19.13
La frase está puesta con gran significado ya que justamente al lado del Monasterio Franciscano se encuentra el Litóstrotos o el Convento Ecce Homo de las Hermanas de Sión fundado en 1857. En los años 30, la madre Godoleine excavó en el lugar hallando a varios metros de profundidad el pavimento del litóstrotos que Juan menciona en su evangelio. Su nombre no significa otra cosa que patio pavimentado de losas grandes, siendo éste uno de los pocos lugares de Jerusalén donde todavía existen las mismas piedras que pudo pisar Jesús.
Fue en esta estación donde Cristo fue flagelado, le pusieron la corona de espinas y cargó la cruz.
Siguiendo ya el vía crucis por vía Dolorosa nos encontramos el famoso Arco del Ecce Homo. Aunque no constituye una estación en sí, es el lugar que según la tradición Poncio Pilato dijo la frase “He aquí el Hombre”.
Tercera estación – Jesús cae por primera vez
Una vez cargada la cruz y empezando el recorrido al Gólgota, en esta estación, Jesús, agotado por la falta de sueño, en ayunas y después de haber sido flagelado, cae por primera vez con la pesada cruz. Un relieve diseñado por el escultor Zkielinsky, en lo alto de una capilla en la esquina de calle El Wadi, la identifican. Está custodiado por los católicos armenios tal y como identifica el propio relieve.
Es de destacar que la ciudad vieja de Jerusalén tiene su propio barrio armenio, quizá por el gran compromiso que tiene el pueblo armenio con la religión cristiana. Recordemos que los armenios fueron la primera nación que oficialmente adoptó el cristianismo como religión oficial, e incluso en nuestros días, son verdaderos guardianes de la fe cristiana (que contaré en el artículo de mi viaje a Armenia).
Cuarta estación – Jesús encuentra a María, su Madre
Muy próxima a la anterior, junto a la iglesia armenia de Nuestra Señora de los Dolores de María, la tradición sitúa aquí donde Jesús se encontró con su madre. Se puede apreciar un relieve en la parte de arriba de la puerta que da acceso a la iglesia, que enseña a Jesús cargado con la cruz junto con la Virgen María con carácter apenado.
Quinta estación – Simón ayuda a llevar la Cruz de Jesús
Poco más adelante, siguiendo los giros de la Vía Dolorosa se encuentra la quinta estación donde Simón el Cirene, instruido por los romanos, ayudó a Jesús a cargar la cruz.
Y llevándole, tomaron a cierto Simón de Cirene, que venía del campo, y le pusieron encima la cruz para que la llevase tras Jesús.
Lucas 23.26
Se encuentra tan solo una pequeña marca sobre el muro de una pequeña capilla dedicada a Simón, que indica que ahí se encuentra la quinta estación, justo antes de que la Vía Dolorosa comienza a empinarse.
Sexta estación – Verónica limpió el resto ensangrentado de Jesús
Siguiendo la calle no muy lejos, a mano izquierda podemos ver la sexta estación que indica la casa de Verónica, la cual limpió el resto ensangrentado de Jesús. Aquí se encuentra el convento de las Pequeñas Hermanas de Jesús.
Séptima estación – Jesús cae por segunda vez.
Una vez recorres y cruzas el zoco árabe de Jan El Zet (Zoco del aceite), una pequeña capilla en una de las puertas del zoco sitúa la segunda caída de un Jesús cada vez más agotado por el esfuerzo. Aquí podemos observar el número VII en color rojo oscuro.
En este lugar es donde se le colocaba la tabla con el motivo de la sentencia, de ahí que se le conozca como Puerta de la Sentencia.
Octava estación – Jesús consuela a las hijas de Jerusalén.
Jesús consuela a las hijas de Jerusalén
27 Y le seguía gran multitud del pueblo, y de mujeres que lloraban y hacían lamentación por él. 28 Pero Jesús, vuelto hacia ellas, les dijo: Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, sino llorad por vosotras mismas y por vuestros hijos.
Lucas 23.27-28
Cerca de la séptima estación y en la pared del monasterio griego, una piedra en forma redondeada con forma de cruz indica el encuentro de Jesús con las mujeres de Jerusalén que señala Lucas 23.
Novena estación – Jesús cae por tercera vez.
Una vez llegado al Calvario, en la cercanía inmediata del punto en que iba a ser crucificado, Jesús cayó por tercera vez, exhausto y sin arrestos ya para levantarse.
La última estación antes de llegar al Santo Sepulcro está un poco más escondida, situada cerca del convento de la iglesia copta-ortodoxa etíope.
Décima a la decimocuarta estación – Iglesia del Santo Sepulcro
El resto de las estaciones ocurren en la Iglesia del Santo Sepulcro, muy cerca de la novena estación. No tiene pérdida ya que es el punto más importante del barrio cristiano.
Es considerada como el lugar más sagrado del Cristianismo. La impresión como cristiano que tienes al llegar al lugar es sin duda la más especial que puedes tener. No solo impresiona el hecho de que Cristo pudiera morir en la cruz en la zona donde se encuentra la Iglesia sino que la fe de los peregrinos que se encuentran en ese lugar sumado a un ambiente de decenas de altares, velas, capillas e incienso, te acaban envolviendo y te hace sentir parte de algo más grande. De hecho, la propiedad de este lugar está divida por las ramas más importantes del cristianismo: griegos, armenios, coptos, sirios, abisinios y latinos, por lo que es el único sitio donde hay una gran confluencia de peregrinos de todas las vertientes cristianas.
El lugar original era denominado Gólgota (tal y como sabemos de la época de Jesús) o Calvario – la Calavera por el parecido que tenía el terreno a un cráneo, el cual eran enviados los condenados a muerte para su crucifixión. En el año 135 D.C. el emperador Adriano edificó un templo en honor a Venus. En el 326, la emperatriz Elena (madre de Constantino) y el obispo de Jerusalén, demolieron el templo y encontraron intactos el sepulcro y la cruz. 10 años después Constantino construyó una basílica destruida por los persas en el 614 D.C. Fue construida y destruida de nuevo hasta la basílica actual que conocemos del año 1148 que levantaron los cruzados, restaurada en el SXIX, terminando la cúpula en 1868 gracias a la colaboración de Francia, Rusia y Turquía.
Llama mucho la atención cómo el lugar considerado más sagrado del Cristianismo podría pasar desapercibida como iglesia en cualquier ciudad europea donde la más mínima catedral o basílica no es comparable en términos edificativos con esta sagrada iglesia.
Teniendo presente esta información continuamos desgranando las últimas estaciones.
Décima estación – Jesús es despojado de sus vestiduras.
24 Cuando le hubieron crucificado, repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes sobre ellos para ver qué se llevaría cada uno.
Marcos 15.24
Es el lugar donde le despojaron a Cristo de las vestiduras. A la derecha de la puerta principal del Santo Sepulcro, una escalera lleva hasta la capilla del despojamiento de Jesús.
Undécima estación – Jesús es clavado en la Cruz
El Santo Sepulcro tiene dos pisos principales. El de arriba se puede acceder según entras a la derecha donde llegas al Gólgota o el Calvario, siendo este lugar donde fue crucificado Jesús. Tanto la undécima como la duodécima estación son básicamente dos estaciones con dos capillas adyacentes. La capilla de la undécima estación, decorado con bonitos mosaicos muestran a Jesús clavado en la cruz bajo la atenta y apenada mirada de la Virgen María.
Duodécima estación – Jesús muere en la Cruz
Es uno de los puntos más importantes del vía crucis y donde se concentran multitud de peregrinos. Está representada por un altar griego sobre la roca del Gólgota donde se levantó la cruz de Jesús. El altar y el retablo está muy ornamentado, lleno de imaginería de la pasión de Cristo. Llama la atención que a los pies del altar hay una figura circular con un agujero circular en el centro donde se supone que estuvo clavada la cruz de Cristo. Los peregrinos suelen hacer cola para tocar, rezar o venerar este punto del vía crucis. Un punto en el camino que me impresionó.
Jesús muere en la cruz
45 Y desde la hora sexta hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena. 46 Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? 47 Algunos de los que estaban allí decían, al oírlo: A Elías llama este. 48 Y al instante, corriendo uno de ellos, tomó una esponja, y la empapó de vinagre, y poniéndola en una caña, le dio a beber. 49 Pero los otros decían: Deja, veamos si viene Elías a librarle. 50 Mas Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu.
51 Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron; 52 y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron; 53 y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de él, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos. 54 El centurión, y los que estaban con él guardando a Jesús, visto el terremoto, y las cosas que habían sido hechas, temieron en gran manera, y dijeron: Verdaderamente este era Hijo de Dios.
Mateo 27.45-54
Al lado de la roca se aprecia una hendidura causada por un terremoto (quizá siguiendo los relatos de Mateo).
Decimotercera estación – Jesús en brazos de su madre
Bajando por las escaleras y volviendo a la entrada del Santo Sepulcro podemos encontrarnos con otro icónico momento de la Pasión. Se trata de una losa rosada donde la tradición asegura que fue depositado el cuerpo de Jesús: la llamada Piedra de la Unción.
Jesús en brazos de su madre
57 Cuando llegó la noche, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, que también había sido discípulo de Jesús. 58 Este fue a Pilato y pidió el cuerpo de Jesús. Entonces Pilato mandó que se le diese el cuerpo. 59 Y tomando José el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia, 60 y lo puso en su sepulcro nuevo, que había labrado en la peña; y después de hacer rodar una gran piedra a la entrada del sepulcro, se fue. 61 Y estaban allí María Magdalena, y la otra María, sentadas delante del sepulcro.
Mateo 27.57-61
Sobre la piedra podemos ver unas curiosas lámparas blancas decoradas y en la base podemos leer el texto por el que José de Arimatea retira el cuerpo, lo envuelve en la sábana y lo coloca sobre el nuevo sepulcro. El mosaico que acompaña esta piedra que muestra a Jesús en brazos de su madre es el lugar donde los peregrinos rezan con gran devoción.
Decimocuarta estación – Jesús es sepultado
La última estación es quizá la más importante y se identifica con el propio sepulcro de Jesús. Se sitúa en la planta de abajo del Santo Sepulcro, dentro de un edificio tosco y pequeño (8 m de longitud por 5,5m de ancho) justo en el centro de la sala y siempre hay una buena fila de fieles que esperan turno para entrar y tener un pequeño momento de intimidad en el lugar más sagrado para el cristianismo.
La estrecha entrada conduce a la primera cámara que se conoce como la Capilla de los Ángeles, donde estos anunciaron la resurrección de Jesucristo. Una apertura más pequeña aún conduce a una pequeña habitación de 1,80m de ancho, 2,10m de largo y 2,25m de alto. El lugar es oscuro y solo es iluminado por velas. Una losa de mármol señala el lugar donde se colocó el cuerpo de Jesús. Aquí se encuentra la capilla funeraria y acaba el vía crucis.
Los demás días de la Semana Santa
El resto de días no indicados aquí, no están relacionados con ningún sitio en especial de Jerusalén. El miércoles santo Judas traicionó a Jesús ante los jefes de los sacerdotes. El sábado seguiríamos en el Santo Sepulcro ya que Jesús fue sepultado allí y no se descubrió su ausencia hasta el día siguiente de su resurrección. El domingo de resurrección tampoco podemos identificarlo con ningún lugar en concreto.
La resurrección
1El primer día de la semana, al amanecer, las mujeres fueron al sepulcro con los perfumes que habían preparado. 2 Al llegar, se encontraron con que la piedra que cerraba el sepulcro había sido removida. 3 Entraron, pero no encontraron el cuerpo de Jesús, el Señor. 4 Estaban aún desconcertadas ante el caso, cuando se les presentaron dos hombres vestidos con ropas resplandecientes 5 que, al ver cómo las mujeres se postraban rostro en tierra llenas de miedo, les dijeron:
— ¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo? 6 No está aquí; ha resucitado. Recordad que él os habló de esto cuando aún estaba en Galilea. 7 Ya os dijo entonces que el Hijo del hombre tenía que ser entregado en manos de pecadores y que iban a crucificarlo, pero que resucitaría al tercer día.
Lucas 24.1-7
Lo que sí que sitúa en el Monte de los Olivos en la Capilla de la Ascensión, es el lugar desde donde Cristo ascendió a los cielos 40 días después de su resurrección. Como curiosidad, se trata de una capilla aneja a una mezquita – quienes también reconocen a Jesús no como el mesías pero sí como un profeta importante. Cuentan que en una roca se conservan todavía las huellas de Jesús, dejadas antes de subir a los cielos.
Ascensión de Jesucristo
19 Entonces, el Señor Jesús, después de hablar con ellos, fue recibido en el cielo y se sentó a la diestra de Dios. 20 Y ellos salieron y predicaron por todas partes, colaborando el Señor con ellos, y confirmando la palabra por medio de las señales[g] que la seguían[h]. Ellas comunicaron inmediatamente a Pedro y a sus compañeros todas estas instrucciones. Y después de esto, Jesús mismo envió por medio de ellos, desde el oriente hasta el occidente, el mensaje sacrosanto e incorruptible de la salvación eterna.
Marcos 16.19-20
Acabo recomendando el siguiente enlace por si se quiere seguir cada día de la Semana Santa con la oración del día y poder profundizar aún más en cada una de las estaciones:
Vía crucis, con las Estaciones comentadas e ilustradas (franciscanos.org)