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Paseo en globo en la Capadoccia

En el recorrido por la península de Anatolia, una vez llegados al pueblo de Göreme, en el corazón de la Capadoccia, íbamos a intentar cumplir un sueño: volar en globo aerostático. Inventado a finales del SXVIII (1783) por los hermanos Montgolfier fue la primera vez que el ser humano voló o al menos se mantuvo estable en el aire mediante un objeto volador.

Ascensión de un globo Montgolfier en Aranjuez” (1784), de Antonio Carnicero.

Volar en globo aerostático se puede realizar hoy en día casi en cualquier sitio pero hay muy pocos lugares en el mundo donde realmente se colorea el cielo con decenas o cientos de estos globos. Y aquel lugar donde se caracteriza sobre casi cualquier otro es la Capadoccia. Hay otros lugares en Egipto, el propio Bagan en Birmania e incluso festivales, donde también realizan vuelos en masa pero son menos frecuentes. En mi viaje a Bagan, la temporada de globos había acabado y realmente me dio un poco de pena no volar en globo, ya que no hay puntos en el complejo lo suficientemente altos para tener una buena perspectiva de todos los templos.

Volviendo a la Capadoccia, que es un recóndito lugar interior de Turquía, han logrado crearse la fama e incentivar a cualquier viajero que se acerque por estas tierras a reservar una excursión. Esto hace posible que puedan volarse tantos globos a la vez, haciéndolo un espectáculo único.

Paseo en globo aerostático en la Capadoccia – Turquía

¿Por qué eventos de este tipo se realizan en zonas de interior? ¿por qué Göreme es el lugar ideal?

Para contestar a esta pregunta hay que entender cómo funciona el mecanismo de un globo aerostático. Los vuelos en globo de pasajeros se suelen realizar con globos de aire caliente. Son envolturas de tela que contienen gran cantidad de aire (por eso son tan grandes) y donde posicionan en su base quemadores de propano que sirven para calentar el aire comprimido (a unos 100ºC o ideal algo menos). El aire interior del globo es menos denso que el de fuera, y a medida que se usan los quemadores, el aire se calienta, se expande y es menos denso. La consecuencia de esto es que el globo, la “canasta” y los pasajeros o material que ésta contengan se eleva y flota en el aire. En la medida que quieras ganar altura usas los quemadores. Si quieres perder altura dejas de usarlos. Si quieres aterrizar liberas parte del aire caliente. Para ello es importante que un piloto experimentado sepa manejar la situación y mantener el equilibrio sorteando obstáculos y evitando un viento excesivo, teniendo en cuenta que las acciones sobre el globo no son instantáneas (parecido a los barcos). Y de paso, no provocar un incendio a 300 metros de altura donde no hay escapatoria.

Volando al amanecer

El mayor problema es el viento y las inclemencias atmosféricas. Si no sale un día completamente despejado y sin pizca de viento, las autoridades no dejan volar, al menos en Turquía. Esto es debido a una de las limitaciones de volar en globo: no se controla la dirección. Estás a merced del viento por lo que una ráfaga fuerte puede acelerar al globo más allá de sus capacidades aéreas. Las zonas de interior como Göreme son más favorables para que se den situaciones en la que un globo pueda despegar. Imagínate intentar despegar un globo en la costa donde el tiempo suele ser menos previsible y acabar aterrizando en el mar. Sería un auténtico desastre.

29 de octubre – día nacional de Turquía

Volar en globo es algo incierto. Nadie te lo asegura. Hay veces que habiendo hecho toda la preparación, con los globos hinchados y los pasajeros ya metidos en la canasta, no vuelas. La existencia de una mínima brisa de viento que puede aparecer en cualquier momento puede poner en peligro la expedición. Tened en cuenta que la casi inexistencia de viento se tiene que dar a 300-500 metros de altura. Si se tiene la oportunidad de subir a un rascacielos y salir a una terraza exterior es raro que no haya algo de viento a esas alturas.

Teníamos planeado volar en globo el día 28 de octubre, pero debido al viento lo tuvieron que cancelar. De hecho, ya llevaban varios días seguidos cancelando las excursiones en globo y solo nos quedaba la intentona del 29 de octubre – día nacional de Turquía. Quizá en este día tan señalado aflojarían un poco las restricciones, pero uno nunca sabe si ello implica poner en riesgo a pasajeros. El día de antes las posibilidades de volar eran de un 20% a favor y 80% en contra, pero a medida que avanzaba el día se fue nivelando hasta llegar a un 50/50.

El día 29 madrugamos (y mucho). Madrugaron todos los que querían volar. La excursión estaba prevista para que saliéramos al amanecer. Nos trasladaron a un descampado donde estaban hinchando con masa de aire caliente 3 o 4 globos a la vez. Las telas de los globos eran coloridas, hermosas y diferentes unas a otras. La sensación de tener tan cerca poder volar al fin, en el lugar más famoso del mundo y ser parte de ese espectáculo conjunto es indescriptible. Nos indicaron el globo que nos tocaría y una vez dentro, en uno de los cuatro compartimentos de pasajeros, y completamente hinchado, ayudamos a desamarrar las cuerdas que lo sujetaban al suelo, como si fuera un barco.

Preparación de los globos

Y volamos.

A medida que el piloto usaba los quemadores volábamos más altos. Entonces pudimos ver uno de las imágenes más bellas que he vivido. Cientos de globos repartidos por prácticamente todos los descampados de Göreme, ascendiendo lentamente y coloreando las áridas y figuras imposibles de la Capadoccia, bañados por los primeros rayos del sol del amanecer.

Los primeros rayos del sol desde un globo aerostático
Un amanecer distinto

Estábamos a merced del viento.

Una vez arriba y después de 10 minutos de grandioso espectáculo, los globos empezaron a dispersarse. Nuestros experimentados pilotos manejaron muy bien alguna situación en el que empezó a soplar el aire con algo más de fuerza y a sortear obstáculos. Estábamos en algunos casos a pocos metros de los monolitos gigantes a las afueras del pueblo. En otros casos incluso chocamos con otro globo. Sí, se pueden chocar dos globos a poca velocidad y no pasa nada. Al igual que cuando se chocan dos globos que hinchas en casa. Se juntan y rebotan.

Una gama muy variada de colores
Volando a ras de suelo

¿cómo y dónde se aterriza un globo aerostático?

Si estamos a merced del viento y disponemos de un canastillo como base para el aterrizaje, te plantea muchas dudas de que fuera a ser suave en un lugar ideal para ello. De hecho, los pilotos nos instruyen que en el aterrizaje nos sentemos en la base en una forma parecida al aterrizaje de emergencia en un avión de pasajeros (una posición de apoyo o brace position), que espero que sea el único sitio donde tenga que usarlo. Tuvimos suerte y el aterrizaje fue muy suave en una granja privada. Los pilotos están en contacto permanente con el personal de tierra que llevan un coche grúa especial para poder remolcar el globo. Una vez aterrizados deshincharon el globo, nos remolcaron al punto inicial donde despegamos y nos entregaron un certificado de cumplimiento de viaje en globo.

Después del aterrizaje

Un experiencia única el día 29 de octubre.

Viajamos con Skyway Balloon.