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Segundo Día en Venecia con Bebé (Free Tour, Góndola, Santa María de la Salud y Galería de la Academia) (Parte III)

Continuación de Primer Día en Venecia.

Venecia no es desde luego la mejor opción para ir con un bebé y llevar un carrito. Eso se debe a que, como anteriormente indiqué, Venecia es una ciudad asentada prácticamente sobre más de 116 islas interconectadas con 423 puentes. Lo malo es que estos puentes no tienen rampas o facilidades para ruedas, por tanto, cada 100-150 metros es un suplicio tener que levantar el carro para llegar a la otra parte del puente. Una muy buena opción es usar el portabebés al máximo, pero aquí cada uno tendrá que ver si su bebé puede aguantar tantas horas en una postura que a partir de la hora, hora y media se vuelve incómoda para el bebé y muy cargante para el porteador.

El primer día fue relativamente fácil ya que nos hospedábamos a tan solo 500 metros de la Plaza de San Marcos. Al hacer prácticamente vida por esa zona, no nos encontramos muchos inconvenientes u obstáculos con el carrito de bebé.

Ahora bien, el segundo día decidimos hacer un free tour que comenzaba en la Galería de la Academia, en pleno barrio Dorsoduro, y en el que como en todos los free tours, te pasas dos horas andando y haciendo paradas precisas para explicar determinados edificios y monumentos. Siempre recomiendo hacer esta actividad, ya que aunque no te van a explicar la ciudad entera en ese estrecho margen de tiempo, sí que te dan una buena introducción a la ciudad, a las costumbres de los ciudadanos, a la comida y te acaban dando unas serie de útiles consejos. Yo siempre que puedo intento hacerlos.

Las maravillosas vistas al Canal Grande desde el Puente de la Academia

El día iba a comenzar y terminar en el mismo punto.

Free Tour en VENECIA

Para el free tour llevamos carrito, pero también porteo, por lo que quien llevaba el carrito (en mi caso) no necesitaba ayuda para salvar los puentes. El tour comenzó en la Galería de la Academia, atravesando uno de los más famosos puentes de la ciudad (junto con el de Rialto), de madera, que atraviesa el Canal Grande, y donde puedes obtener algunas de las fotos más icónicas de la ciudad, con la Basílica de Santa María de la Salud como telón de fondo.

Una de las fotos más icónicas de Venecia desde el Puente de la Academia
Un plano del Puente de la Academia donde se ve entero
Canal Grande desde el Puente de la Academia

Como siempre, nos mostraron un poco de perspectiva e historia de la ciudad. Parte la he ido contando en estos artículos. Hay algunos datos curiosos como el contraste de tan solo 49300 residentes y recibir 30 millones de turistas al año (de ahí la buena idea de ir en temporada baja, y la decisión de restringir las visitas diarias). Venecia fue una república durante 1100 años (la comentada república marítima y comercial de los Dux o Dogos) hasta que fue conquistada por Napoleón, posteriormente con un periodo austriaco, para finalmente convertirse en parte de la Italia moderna hasta nuestros días.

Venecia siempre se rigió por sus propias leyes y vivió distintas épocas. De ser asolada 3/5 partes de la población por varias epidemias de peste al ser una ciudad muy expuesta a enfermedades llegadas por barco, a convertirse en ciudad del pecado y la lujuria en los SXVII y SXVIII. Los gatos eran el mejor amigo de veneciano porque mataban a las ratas portadoras de la peste e incluso los dejaban varios días sin comer para que fueran más efectivos.

Es curioso que existan en Venecia nada más y nada menos que 128 iglesias, siendo algunas de ellas dedicadas a santos que no existen como “Vidal”. Esto era debido a que se organizaban casinos clandestinos en estas iglesias que aparentaban ser iglesias pero que realmente no eran (otros ejemplos eran San Barnaba y San Marcuola – al menos uno por barrio). De hecho, es en Venecia donde se instaura el primer casino de Europa. También Venecia destaca por la cantidad de palacios que alberga, unos 180.

Campo San Vidal justo pasado el Puente de la Academia

Dos personajes ilustrísimos venecianos fueron Vivaldi y Giacomo Casanova. El primero, el genio compositor, conocido como el cura rojo (porque era pelirrojo) y tenía una sala de conciertos en San Vidal. El músico va a componer una de las grandes obras maestras de la música clásica (las cuatro estaciones) aquí en Venecia.

Antonio Vivaldi

El otro, Giacomo Casanova, va a ser conocido por algo muy distinto. Con sus 1,94 metros de altura y sus dotes de oratoria y buen aspecto, era el arquetipo del libertino seductor que ha llegado a nuestros días con esa fama cuando a alguien se le apoda un “Casanova”. Fue prolífico en otros campos como el de la escritura, matemáticas o historiador, pero pasó a la historia como aventurero y seductor, principalmente. Nació en Venecia, y tenía grandes dotes de orador por lo que su madre y su tía tenían para él planificado el hacerse cura. Nada más lejos de la realidad, vivió una intensa vida de relaciones amorosas dentro y fuera de Venecia, donde también acabó pasando una temporada en la cárcel del Palazzo Ducale.

Giacomo Casanova
Lugar de bautismo de Casanova
Antiguo hogar de Giacomo Casanova

Seguimos callejeando las calles del barrio de San Marcos, cruzando puente tras puente, donde pudimos observar infinidad de singularidades que tiene la ciudad de Venecia. Para construir Venecia se emplearon miles de estacas o bases de madera de los bosques de Istria. Por lo que la ciudad tiene una inestabilidad estructural que la hace hundirse poco a poco por el peso que ejercen los edificios y millones de turistas sobre unas bases poco sólidas (calculan que unos 2,5cm por año). Esto se traduce en torres inclinadas, suelos desiguales, y trabajos de apuntalamiento de los edificios con hierros de fijación. Para haceros una idea, usaron 8000 estacas de madera para cada parte del puente de Rialto que hablaremos más adelante. Para la mencionada Basílica de Santa María de la Salud se usaron la friolera cantidad de 1,5 millones de estacas de madera.

Se pueden observar en la fachada los hierros de fijación.
También llama la atención el ventanal de la parte superior
que hacía de torre de vigilancia en prácticamente cada edificio.
Una de las torres inclinadas que inevitablemente acabará
derruida. También se puede apreciar el desnivel del suelo.

Si añadimos el problema de la subida creciente del mar y las mareas que han conseguido medio paliar con el sistema MOSE, nos encontramos con una mezcla explosiva para la ciudad monumental. Tristemente, se espera que a final de siglo la ciudad acabe bajo el agua, y si no, la propia ciudad por su inestabilidad en su base acabaría destruyéndose en unos 500 años.

Las pasarelas siempre listas para las inevitables
crecidas de las mareas

Es curioso cómo han detectado exactamente la subida del agua con el paso de los años gracias al también genial pintor Canaletto, el cual pintaría en su vida múltiples cuadros de la ciudad de Venecia indicando el nivel del agua en su caso.

El Canal Grande de Canaletto

Otro aspecto interesante de la ciudad es el sistema de recogidas de aguas fluviales. En cada campo (los campos son plazas reducidas – la única plaza en Venecia es la de San Marcos y al resto se le llaman campos) podemos observar una especie de agujeros para recoger el agua y unos pozos sellados. Los únicos que podían abrir estos pozos eran los curas o el dux ya que el elemento era apreciadísimo, sobre todo en la época seca. De hecho, era el punto más vulnerable de la población porque un enemigo hábil podría acabar envenenando a la ciudad de Venecia entera si tuviera fácil acceso a los 2500 pozos que pueblan la ciudad.

Sistema de recogida de aguas fluviales
Pozo sellado

Por último, sin ánimo de aburrir, me llamaron la atención la numeración caprichosa de los barrios, por lo que el cartero debe conocerse a la perfección la ciudad, y también, el sistema de recogida de aguas y basuras a través de barcos y basureros cisternas. En vez de dejar la basura en un contenedor normal, tienes que acudir a un barco a depositarlo. En todo caso, medidas esenciales para poder vivir en una ciudad sobre el agua.

Cada rincón de Venecia es simplemente único
Curioso cómo a través de los barcos como soporte hacen arreglos en las casas

Seguimos callejeando para encontrarnos con La Fenice, con 3000 personas de capacidad, es considerado uno de los teatros de ópera más famosos por haberse estrenado en él muchas de las óperas italianas más conocidas. Se denomina así “Fénix” por su habilidad de resucitar ya que ha sido destruido e incendiado en distintas ocasiones, la última en 1996. Me hubiese encantado ver una ópera allí. No poder ver espectáculos es una de las mayores limitaciones cuando viajas con bebé, pero ya iremos la próxima vez.

La Fenice
La Fenice por dentro

Por último, acabamos en la Plaza de San Marcos y el Palazzo Ducale donde ya los he comentado aquí.

Dorsoduro

Después de una hora de descanso para todos, degustando una nueva pasta (ésta, de sepia en su tinta) y una pizza pepperoni, nos dirigimos al embarcadero en dirección opuesta al Palazzo Ducale para tomar uno de los mejores consejos del Free Tour. Una de las imágenes más icónicas de Venecia es el famosísimo paseo en góndola, por el que pagas un pequeño peaje que empieza en 90 euros y llega incluso a 120 euros por 30 minutos. Hay un atajo, llamado Traghetto en italiano, que por solo 2 euros por persona, te cruzan el canal en una góndola. Es cierto, que son solo 5 minutos, pero no tienes que pagar 90 euros. Este servicio es el usamos para pasar del barrio de San Marcos hasta Dorsoduro de nuevo y visitar la magnífica Basílica de Santa María de la Salud.

Imagen de góndolas con la icónica isla de San Giorggio Magiore al fondo
Una parada de góndolas
En Traghetto
En Traghetto

Basílica de Santa María de la Salud

Como hemos visto, para construir esta basílica se necesitaron un millón y medio de estacas de madera en la base para ganar terreno al mar. La idea de su construcción y dedicación a la Santa salió de una promesa que hizo el patriarca de Venecia para liberarse de la peste. Cuando el brote de peste acabó (matando a 80.000 venecianos), se erigió la majestuosa basílica en el SXVII.

Por fuera se aprecia una imponente cúpula azul con una más pequeña al lado, que es imagen icónica de la ciudad. Como vimos, se puede ver con perspectiva desde el Puente de la Academia o de frente desde el embarcadero de San Marcos.

Basílica de Santa María de la Salud

La nave central es de forma octogonal, sobre la que se apoya una cúpula hemisférica que está rodeada de seis capillas menores. El presbiterio y el altar mayor predominan sobre todo lo demás. Hay obras maestras en varios lugares, sobre todo de Tintoretto y Tiziano. Éste último tuvo la gran suerte de vivir hasta los 94 años (año en el que la peste acabó con su vida), y como gratitud, ha dejado varias grandes obras en esta basílica.

Santa María de la Salud

Si bien es cierto que la parte accesible y gratuita es impresionante, incluido la escultura de la Virgen y el Niño, y el cuadro de Pentecostés de Tiziano en el altar mayor; para poder acceder al resto de obras maestras tienes que pagar un pequeño suplemento para acceder a la sacristía, lugar en donde se encuentran alojadas.

Mis favoritas de la basílica son las siguientes:

Tiziano, Pentecostés, Altar Mayor: Tiziano pinta esta escena de la biblia en el retablo del Altar Mayor de la basílica. Podemos observar a la paloma que simboliza el Espíritu Santo, de la que partes rayos de luz hacia la Virgen y los Apóstoles. Es otra obra maestra donde expone un juego de luz asombroso, particularmente en el manejo de los rayos de luz que acaban en lenguas de fuego iluminando a los individuos del cuadro.

Pentecostés de Tiziano

Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar. De repente, vino del cielo un ruido como el de una violenta ráfaga de viento y llenó toda la casa donde estaban reunidos. Aparecieron entonces unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos. Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en diferentes lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse.

Hechos 2,1-4

Tiziano, Muerte de Abel, Sacrificio de Abraham y David y Goliat, techo de la sacristía: conjunto de tres obras del Antiguo Testamento. Quizá lo más destacable son los tonos oscuros que utiliza para componer estos pasajes.

Muerte de Abel, Sacrificio de Abraham y David y Goliat de Tiziano

Tiziano, San Marcos entronizado rodeado de santos, sacristía: devastado por la plaga de la peste, Venecia encargó a Tiziano un cuadro con simbolismo claro para acudir a determinados santos para que les ayuda a combatir la epidemia. Un cuadro con mucha más luz que representa a San Marcos, patrón de la ciudad, entronizado sobre cuatro santos (San Roque y San Sebastián, como intercesores ante la peste, y San Cosme y San Damián, patronos de los médicos).

San Marcos entronizado de Tiziano

Tintoretto, las bodas de Caná, sacristía: otra gran sorpresa de la sacristía es este gran cuadro que representa las bodas de Caná. Otro cuadro donde Tintoretto juega con ángulos y perspectivas haciendo la mesa la protagonista absoluta del cuadro, y dando más luz al mantel y a los rostros de los comensales. Si os fijáis de cerca, el maestro veneciano incluye en la mesa a los grandes personajes de la época (Veronese, Felipe II rey de España, Pio IV o él mismo).

Las bodas de Caná de Tintoretto
Pequeña guía para saber dónde se esconden los personajes famosos

Galería de la Academia

Avanzando barrio adentro desde Santa María de la Salud volvemos al punto en el que partimos justo ese mañana, la Galería de la Academia. Como ya estaba anocheciendo debido a las pocas horas de luz que hay en diciembre, la Galería de la Academia es uno de los pocos lugares de interés que cierra a las 19:00 de la tarde. Por tanto, agotamos dos horas de visita menos las paradas necesarias para atender las necesidades de la bebé.

El antiguo convento de Santa María de la Caridad dio paso en el SXVII a la Galería de la Academia que fue fundada en 1750 como parte de la Academia de Bellas Artes de Venecia. Originalmente, se creó como una institución educativa para promover la enseñanza del arte, pero con el tiempo se convirtió en un museo público. La colección de la Galería de la Academia es especialmente rica en obras de arte veneciano de la Edad Media y el Renacimiento.

Galería de la Academia de Venecia

Este museo es una parada obligatoria en Venecia pues ofrece obras maestras de los grandes pintores que pasaron por Venecia. No voy a realizar una exhaustiva descripción del museo entero, pero sí me gustaría exponer algunas de las obras que más me llamaron la atención (por autores):

Tiziano, la Pietá: una de sus últimas obras y concebida como aquella que iba a coronar su tumba en Frari, llama la atención del observador, los colores oscuros y cuasi monocromático que predominan en el cuadro. Lejos quedan los tonos vivos con los que representa gran parte de sus cuadros más famosos. Un dato para destacar es su autorretrato en la parte derecha del lienzo.

La Pietá de Tiziano

Tiziano, la Presentación de la Virgen al templo: aquí Tiziano sigue el estilo veneciano de pintar narraciones a gran escala, otorgándole una menor importancia a la solemnidad del acto de la Virgen. Llama la atención que los “extras” estén mejor definidos y sean más en el cuadro que la propia Virgen.

La Presentación de la Virgen al templo de Tiziano

Tiziano, la Virgen y el Niño: otra gran composición del artista veneciano. Llama la atención la representación de un arbusto quemándose en la zona del fondo haciendo referencia a un episodio del Antiguo Testamento en el que Moisés se refiere a un arbusto quemándose de forma perpetua con una llama divina. Esta llama se intenta equiparar a la pureza de la Virgen, la cual también es perpetua.

La Virgen y el Niño de Tiziano

Tintoretto, la creación de los animales, aquí, el pintor veneciano recrea pasajes del Génesis, donde el creador, con luz divina, está suspendido elegantemente en el aire, creando toda clase de animales, a los que Tintoretto les plasma un gran movimiento.

La creación de los animales de Tintoretto

Tintoretto, San Marcos salvando a los esclavos de la tortura: uno de los cuadros que más me gustaron, en el que se aprecia un San Marcos caído del cielo para salvar a unos esclavos de ser castigados por venerar sus reliquias. Quizá la mayor diferencia con otros cuadros es el enfoque casi teatral de la escena, y las distintas tonalidades que ofrecen las túnicas.

San Marcos salvando a los esclavos de la tortura de Tintoretto

Veronese, Cena en casa de Levi: se trata de un cuadro enorme, con un fuerte carácter arquitectónico. Aquí Veronese parece darle más importancia a los arcos y columnas que a la propia escena que está describiendo. Veronese pinta aquí una última cena donde podemos ver a Cristo en el centro con sus discípulos. Ante acusaciones de herejía porque la escena también muestra soldados, bufones y sirvientes dando a entender que parece más un banquete que el solemne y poco adornado acto de Cristo y sus discípulos, Veronese tuvo que cambiar el nombre del cuadro.

Cena en casa de Levi de Tintoretto

Giordano, la Deposición de la cruz: sin duda una obra maestra y una de las obras más importantes de Giordano. Los colores, la composición en vertical, la energía creada por las miradas y gestos de los personajes, el intercambio emocional entre los mismos, hacen que sea una obra única que ha sido objeto de varias copias.

La Deposición de la cruz de Giordano

Hayez, la Destrucción del Templo de Jerusalén: quizá seleccione esta obra porque me recuerda mi visita a Jerusalén. Sin embargo, la pintura en sí muestra una auténtica matanza y destrucción de Jerusalén por los romanos (70 d.C) que hace trasladarte e imaginarte que fuera así. Llama la atención cómo Hayez representa al general Tito en la parte central con su capa roja, y también cómo forcejean por el Menorá (candelabro judío), que como recordaremos, los robaron los romanos del templo antes de destruirlo, y luego se perdió el rastro hasta nuestros días.

La Destrucción del Templo de Jerusalén de Hayez

Canaletto, Vista en perspectiva desde un portal: Canaletto ofrece en este cuadro una perspectiva distinta a cómo suele pintar sus cuadros venecianos. Utiliza la técnica de escorzo.

Vista con perspectiva de Hayez

Antonio Canova: absolutamente todas las esculturas mostradas en el museo merecen la pena. El genial escultor italiano, uno de los más importantes de la historia y que cuenta con grandes obras maestras (mi favorito Psique reanimada por el beso del amor en el Louvre), tiene una sala prácticamente con esculturas suyas (la Pietá, los luchadores, entre otros).

El Bosco, Tríptico de los Santos Ermitaños: el estilo característico del genio flamenco hace que sepas de quién es el cuadro antes de leer la descripción. En forma de tríptico observamos a la izquierda a San Antonio el Abad en un lugar infernal, donde lucha contra un demonio que aparece ante él en forma de mujer joven desnuda. En el centro observamos a Jerónimo rezar en el desierto en un decorado altar, rodeado de los curiosos objetos que son frecuentes en las pinturas del Bosco. En la parte derecha observamos a San Giles, que de acuerdo con la leyenda fue amamantado por la leche de una cierva (pintada a sus pies).

El Tríptico de los Santos Ermitaños de el Bosco

Giovanni Bellini, Set de Cuadros de la Virgen y el Niño: otro genial pintor italiano que expone varios cuadros con la misma temática de la Virgen y el Niño, pero con distintos ambientes. Uno de los más llamativos recoge la Virgen y el Niño con San Francisco, San Juan Bautista, Job, Dominico, Sebastián, Luis de Toulouse y ángeles musicales. Destaco la profundidad de los personajes y un guiño a la basílica de San Marcos al representar un mosaico en la parte superior del cuadro.

Set de cuadros de la Virgen y el Niño de Bellini

Gentile Bellini, Procesión en la Plaza de San Marcos: volvemos a las narrativas venecianas a gran escala, donde podemos observar la Plaza de San Marcos del SXIV y una detallada procesión de los integrantes de la Scuola Grande di San Giovanni (más adelante profundizaremos en la importancia de las “Scuolas”).

Procesión en la Plaza de San Marcos de Bellini

Giovanni Mansueti, Tres escenas de la vida de San Marcos: el cuadro está dividido en tres partes y cada una muestra una escena de la vida del santo. En la parte de la derecha, el sultán emite una orden de arresto. En la central, asistimos a la captura del evangelista. En la de la derecha, Cristo visita al santo en la prisión la noche antes de su martirio, comunicándole que un día sus restos regresarán a Venecia. Es curioso cómo aparentemente parece un mismo cuadro con una sola escena pero que al fijarte nada tiene que ver una con la otra.

Tres escenas de la vida de San Marcos de Mansueti

Vittore Carpaccio, Llegada de los embajadores ingleses ante el rey de Bretaña: otra vez vemos un cuadro en tres planos. En el centro, vemos a los embajadores ofrecer una propuesta de matrimonio entre reinos (el hijo del rey de Inglaterra con Úrsula, la hija del rey de Bretaña). En la parte derecha vemos a Úrsula indicarle a su padre sus términos para aceptar la propuesta. En la parte izquierda observamos algunos miembros de la Scuola de Santa Úrsula.

Llegada de los embajadores ingleses ante el rey de Bretaña de Carpaccio

Giambattista Tiepolo, “el Azote de las serpientes”: Tiepolo describe el famoso pasaje de la biblia del Antiguo Testamento donde Dios les envía a las israelitas serpientes por haber tenido resentimientos contra él por pasar calamidades atravesando el desierto. Esta temática la representa Tintoretto en el techo de la Sala Capitular de la Scuola Grande di San Rocco (que explicaré más adelante).

Un cuadro muy alargado que es muy difícil que quepa en la imagen de una sola foto

Giorgione, la Tempestad: es una obra maestra del arte renacentista y una de las pinturas más famosas e intrigantes de la historia del arte. La pintura, creada alrededor del año 1508, ha fascinado a generaciones de espectadores por su misterio y su poder evocador. Giorgione logra transmitir una sensación de drama y misterio a través de la combinación de elementos naturales y sobrenaturales en la obra. La figura central de la mujer desnuda, que se cree que representa a la diosa Venus, es enigmática y poderosa, mientras que el paisaje natural a su alrededor está envuelto en una atmósfera de tormenta y oscuridad.

La Tempestad de Giorgione

La Galería de la Academia tiene otras muchas grandes obras y merece la pena al menos dos buenas horas, como comentaba.

Quería destacar que el objeto más valioso de la Galería de la Academia de Venecia lo tienen guardado y lo exponen solo de muy de vez en cuando. Se trata del Hombre de Vitruvio de Leonardo Da Vinci, el dibujo donde se estudian las proporciones ideales del cuerpo humano. De hecho Da Vinci vivirá unos años en Venecia, dejando también su impronta en la ciudad. Hay un par de museos dedicados al genio italiano del Renacimiento.

El Hombre de Vitruvio

Una vez salimos, aprovechamos a cenar en un restaurante muy recomendable que se llama Ristorante La Piazza. Al igual que los demás, ofrece una gran variedad de pastas, pizzas, pescados y carnes, pero algo más sofisticado sin ser excesivamente caro.

Atardeciendo en los barrios de San Marcos y Dorsoduro
Atardeciendo en los barrios de San Marcos y Dorsoduro

A continuación Tercer Día en Venecia.