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Tercera jornada en Wahiba Sands: adrenalina, camellos y oasis en el desierto de Omán

Continuación de Segunda jornada en Omán: Nizwa al amanecer, entre ganado, tradición y Ramadán.

Despertamos temprano en el corazón del desierto, con la sensación de que el tiempo se había detenido. Era nuestro último día de ruta antes de regresar a Mascate, pero aún teníamos varias experiencias por vivir. Nuestro guía venía a recogernos a las 9:00, así que, gracias a la excelente gestión del Desert Nights Resort, pudimos organizar una mañana repleta de actividades antes de partir.

Quads sobre dunas: velocidad y control en Wahiba Sands

Empecé el día con 30 minutos de quad por las dunas cercanas al desierto de Wahiba Sands. El guía, muy profesional, me explicó cómo manejar el vehículo —funciona como un mini 4×4— y salimos a un ritmo controlado pero emocionante. Subíamos y bajábamos dunas de arena roja con curvas suaves, mientras el sol empezaba a dorar el horizonte.

Quads en el desierto

Fue una experiencia intensa y muy segura, ideal incluso para quienes no tienen experiencia previa. El guía incluso se las arregló para grabarme un vídeo en plena acción.

Quads en el desierto
A veces te quedabas estancado y tenías que ser paciente

Sandboarding: deslizándose por arena… o intentándolo

Nada más bajarme del quad, mi instructor de sandboarding ya me esperaba. Subimos juntos en coche a lo alto de una gran duna, donde me entregó una tabla y algunas instrucciones.

Sandboard
Desde la cima

Como aficionado al snowboard, pensé que sería similar… pero estaba muy equivocado. El sandboard no tiene el mismo deslizamiento, no permite girar fácilmente y la tabla no tiene fijaciones reales, solo unas tiras suaves que apenas sujetan el pie. Además, si intentas girar, se llena de arena y te frenas. Y si la arena está caliente, resbala peor.

Una gran experiencia
Pequeño salto

Aun así, tras varios intentos y caídas, conseguí deslizarme de pie desde la cima hasta la base de la duna con éxito. Una experiencia distinta, más salvaje, y muy divertida.

Sandboard grabado desde arriba
Sandboard grabado desde abajo

Camellos árabes: los verdaderos señores del desierto

Antes de partir, hicimos una breve ruta en camello árabe, una experiencia tranquila y agradable para cerrar la mañana. Estos animales son diferentes de los que solemos ver en Egipto o Marruecos: los camellos árabes (dromedarios) son autóctonos del Golfo y están perfectamente adaptados a este entorno.

De paseo en camello
Paseo en camello
Te subes más alto que cuando te subes a un caballo
Camello árabe

🐪 Camello árabe – ficha técnica

Nombre científico: Camelus dromedarius

Familia: Camélidos (pariente de las llamas, alpacas, guanacos y vicuñas)

Estado de domesticación: Completamente domesticado desde hace más de 4.000 años. Se usa como animal de carga, transporte y fuente de leche y carne en regiones desérticas.

Descripción: El camello árabe o dromedario tiene una sola joroba, que almacena grasa (no agua), la cual puede metabolizarse como fuente de energía y agua en condiciones extremas. Tiene un cuerpo robusto, extremidades largas, cuello arqueado y ojos protegidos por pestañas dobles que le permiten resistir tormentas de arena. Su pelaje es corto, de tonos que van del beige al marrón claro.

Altitud en la que vive: Principalmente en zonas desérticas a nivel del mar hasta zonas semimontañosas de hasta 1.500 m. Se adapta mejor al calor extremo y la escasez de agua que a zonas de gran altitud.

Distribución: Originario de la Península Arábiga. Hoy en día se encuentra en todo Oriente Medio, el norte de África, el Cuerno de África, India y partes de Asia Central. Muchos de los camellos que se ven en Egipto o Marruecos han sido importados y no están tan bien adaptados como los omaníes.

Peso: Entre 400 y 600 kg en su etapa adulta.

Altura: Hasta 1,85 metros a la cruz y más de 2 metros de altura total incluyendo la cabeza.

Esperanza de vida: Entre 40 y 50 años en condiciones óptimas.

Alimentación: Herbívoro. Se alimenta de plantas del desierto, como arbustos secos, espinos, dátiles, y hierbas resistentes. Su estómago puede digerir alimentos muy fibrosos e incluso con alto contenido de sal.

Curiosidad: En reposo, pueden pasar hasta 40 días sin beber agua. En actividad, aguantan entre 10 y 14 días sin hidratarse. Sus patas acolchadas les permiten caminar largas distancias por la arena sin hundirse. Son tan resistentes que incluso pueden beber hasta 100 litros de agua de una sola vez tras un periodo de deshidratación.

Los animales con los que paseamos se veían sanos, fuertes y muy bien cuidados. Fue una despedida simbólica del desierto: lenta, pausada, mirando el horizonte.

Montar en camello es ligeramente distinto a montar a caballo. Los camellos se sientan para facilitarte la subida, y una vez encima, se levantan a una altura considerablemente más alta que cuando vas en caballo. Para asegurarse de que no se escapan contigo encima, el guía no suelta las cuerdas que sujetan a los camellos. Estos animales llegan a correr incluso más rápido que los caballos, por sus patas alargadas y carácter fibroso. Toda una experiencia poder conocer y montar estos fantásticos animales.

Montando en camello arábigo

Wadi Bani Khalid: un baño en el paraíso

Tras dejar atrás las dunas, nos dirigimos por carretera hacia uno de los lugares más sorprendentes de todo Omán: el oasis de Wadi Bani Khalid. Este rincón es un auténtico espejismo de agua y vegetación, encajado entre montañas áridas y valles secos. Tras aparcar, caminamos entre palmeras y roca hasta encontrar una serie de piscinas naturales de agua turquesa.

Wadi Bani Khalid
Wadi Bani Khalid

Nos llevamos bañador, y menos mal. Nos adentramos en una garganta estrecha, rodeada de paredes de piedra caliza, donde estuvimos completamente solos durante un rato. El agua era cristalina, fresca, y llena de pequeños peces que mordisqueaban los pies, eliminando impurezas como en un spa natural.

📸 En estas fotos, se puede ver con claridad el contraste entre la roca blanca pulida por los siglos y el verde esmeralda del agua. Flotando en el centro del canal, rodeado de luz y reflejos, parecía estar dentro de una pintura. La transparencia era tal, que desde fuera se podían ver las piedras del fondo con total nitidez. Era como bañarse en un cristal líquido, entre paredes de mármol natural.

Wadi Bani Khalid

🐟 Curiosidad: este tipo de peces, conocidos como Garra rufa, son comunes en zonas termales y se alimentan de piel muerta. Son inofensivos y su presencia hace aún más especial la experiencia.

Garra Rufa

Rumbo a Mascate… con buen café en una gasolinera

Con el cuerpo cansado y el alma tranquila, emprendimos el camino de vuelta hacia Mascate. A medio trayecto, paramos en una gasolinera para tomar algo. Y fue ahí donde ocurrió otra pequeña sorpresa del viaje: el café de la gasolinera era excelente. Probablemente elaborado con granos importados de Etiopía, tenía un sabor profundo y especiado.

El famoso café de la gasolinera

Durante todo el viaje habíamos probado varios tipos de café, incluyendo el tradicional café omaní, que se sirve infusionado con agua de rosas, cardamomo y otras especias. Más suave que el espresso europeo, pero mucho más aromático y digestivo.

Recomendación: no dejes de probar el café omaní (kahwa), normalmente acompañado de dátiles. Es un símbolo de hospitalidad y sabor local.


Así cerramos tres días de ruta intensa, variada y llena de contrastes. De los oasis milenarios a las montañas verdes, de los pueblos de barro a los atardeceres dorados del desierto, este viaje por Omán no fue solo un desplazamiento, sino una experiencia transformadora.


Conclusión: un viaje a Omán que va más allá del desierto

Omán es uno de esos destinos que no se pueden contar sin emocionarse. En solo tres días recorrimos palmerales milenarios, fortalezas llenas de historia, montañas suspendidas en el tiempo y dunas infinitas bajo cielos de fuego y estrellas. Este país, aún poco masificado por el turismo, ofrece una experiencia auténtica, pausada y profundamente humana.

Ya sea caminando entre los canales del sistema falaj, participando en la subasta de cabras en Nizwa, contemplando la luna desde una haima en Wahiba Sands o nadando en las aguas cristalinas de Wadi Bani Khalid, Omán te invita a reconectar con la tierra, con la historia y contigo mismo.

Recomendaciones para un tour por Omán inolvidable

  • 🗺️ Tiempo ideal para viajar: finales de octubre a abril. Nosotros fuimos a finales de marzo y el clima fue perfecto.
  • 🚗 Movilidad: lo mejor es alquilar un coche 4×4 o contratar un guía con vehículo. Las distancias son largas y hay tramos sin cobertura.
  • Cultura y hospitalidad: lleva ropa respetuosa, especialmente en Ramadán, y prepárate para ser recibido con café omaní y dátiles en cada rincón.
  • 🏕️ Dónde dormir: desde hoteles boutique en Nizwa hasta haimas de lujo en el desierto, hay opciones para todos los gustos (muy recomendable el Desert Nights Resort).
  • 📸 Qué llevar: ropa ligera, calzado cómodo, protección solar, bañador, cargador externo y mucha curiosidad.

¿Estás pensando en viajar a Omán?

Si te ha gustado este recorrido y estás buscando ideas para un viaje a Omán, guarda este artículo y planifica tu ruta desde Mascate hasta el desierto. En www.mundok.es seguiremos compartiendo rutas, consejos y experiencias que te ayuden a descubrir los rincones más especiales del mundo.

A continuación Las islas Dimaniyat: tortugas, corales y lujo en Mascate.