Continuación de Ocio, compras y gastronomía en nuestro viaje a Uzbekistán.
Durante nuestro recorrido por Asia Central, entre nuestra visita a la histórica Uzbekistán y la salvaje Kirguistán, decidimos hacer una pausa y visitamos la frondosa ciudad de Almaty del vecino gigante centroasiático, Kazajstán.
Introducción histórica a Almaty
A diferencia de otras ciudades que hemos visitado en Uzbekistán, Almaty es una ciudad moderna, fundada en 1854 como un fuerte ruso fronterizo (Verny), en un antiguo oasis de la Ruta de la Seda. Campesinos cosacos y siberianos se fueron asentando a sus alrededores, concentrando población poco a poco. No estuvieron exentos de catástrofes como los terremotos de 1887 y 1911 (que también sufrió su país vecino Kirguistán y del que hemos hablado aquí). Aun así, en 1927 se convirtió en capital de la RSS de Kazajstán llamada Alma-Ata (o Padre de las Manzanas), y poco después recibió la llegada del ferrocarril Turkestán-Siberia haciendo que la ciudad prosperara. También fue lugar objeto de traslados forzosos de otros lugares de la URSS. Por tanto, fue uno de los pocos lugares que durante la época soviética ganó auténtica prosperidad y esplendor (también ayudado por un miembro kazajo del politburó con influencia en Moscú).
En 1991, con el fin de la URSS, Alma-Ata cambió el nombre por Almaty, y posteriormente en 1998 perdió la capitalidad en favor de Astaná. No obstante, la ciudad conserva su importancia y sigue prosperando, estando a la vanguardia de las ciudad punteras de Asia Central.
Demos un paseo.
El Parque de Pavlov y la catedral de Zenkov
Escogí el hotel en un lugar muy céntrico para que depender de vehículo. Aquí, quizá anduvimos más de la cuenta por lo que es útil saber bajarte las aplicaciones de taxi para moverte con facilidad por la ciudad. En el día que estuvimos no vimos prácticamente taxis libres en la calle por lo que siempre recomiendo usar una app. en estas circunstancias.
Nuestra primera parada fue un interesante parque llamado de Pavlov, un espacio verde rectangular y céntrico, que te permite dar un paseo muy tranquilo. Se llama así en honor a los héroes de Pavlov, un batallón de 28 soldados de infantería de Almaty que perecieron luchando contra los nazis en un pueblo a las afueras de Moscú.
Hay un interesante monumento en uno de los márgenes del parque, que representa a soldados de las RSS sobre un suelo alargado de mármol donde arde una llama eterna en honor de los caídos en la guerra civil rusa y la II Guerra Mundial.
Justo en el centro del parque nos encontramos con uno de los edificios más bellos de Almaty. Se trata de la catedral de Zenkov, uno de los pocos edificios en pie de la época de los zares, diseñada por AP Zenkov en 1904 y construida en madera.
Al igual que en todos los lugares de culto y religiosos en época soviética, funcionó con otra utilidad durante dicha época (museo y sala de conciertos) hasta 1995 donde volvió a funcionar como iglesia ortodoxa. Dicen que tiene un parecido lejano a San Basilio (Moscú), pero yo sigo sin vérselo. De todas formas, es un gran sitio para contemplarlo, ver el rico interior ortodoxo y su iconostasio, y tomar unas cuantas fotos.
Museo Kazajo de Instrumentos Musicales Tradicionales
En un extremo del parque de Pavlov podemos visitar el increíble y original Museo Kazajo de Instrumentos Musicales Tradicionales. Digo increíble porque no he visto cosa igual, ya que es un edificio de madera asombroso (1908, y efectivamente, diseñado por Zenkov) que por dentro alberga una extensísima colección de todo tipo de instrumentos y artilugios que emiten sonidos, casi único en el mundo.
No puedo ser exhaustivo con tantos instrumentos, pero a modo de resumir en un pequeño párrafo podemos encontrarnos con una amplia variedad de instrumentos de cuerda, viento o percusión:
Dombras de dos cuerdas, una especie de laúd (de este instrumento vimos muchas variantes). Número 1.
Curiosos instrumentos que parecen dombras dobles. Número 2.
Kobyz, una especie de viola (de este instrumento también vimos muchas variantes). Número 3.
Uidek, instrumentos de viento rudimentarios. Número 4.
Auyz synray, especie de filarmónica. Número 5.
Kamys syrnay, especie de flauta. Número 6.
Bugyshak, instrumentos de viento tipo cuerno instrumental. También hay grandes trompas de madera. Número 7.
Arpas en diversas formas (en arco o representando un animal). Número 8.
Keruish, otra especie de arpa. Número 9.
Syrnay o acordeones centroasiáticos. Número 10.
Konyrau o instrumentos de percusión. Número 11.
Dabyl o un tambor gigante. Número 12.
Dudyga, otro instrumento muy raro de percusión. Número 13.
Chang, otro instrumento de percusión. Número 14.
El museo no solo consta de instrumentos puramente centroasiáticos, sino que también hay una extensa colección de instrumentos de todo el mundo, como por ejemplo de Azerbaiyán, Ucrania o Indonesia. Los que recojo son una pequeña muestra no exhaustiva por lo que puedes perder una mañana entera conociendo instrumentos nuevos.
Kök-Töbe
Una vez deleitados con el museo anterior, nos dirigimos cuesta abajo por las amplias avenidas y de edificios modernos combinados con otros de la época soviética.
Nuestro próximo paso era visitar la colina de Kök-Töbe, de unos 1100 metros de altura. Se puede llegar a la cima a través de un teleférico que te sube en 20-30 minutos (entre que sacas el billete, esperas la fila y subes a la cima).
Sin duda merece la pena puesto que ganas perspectiva de la ciudad, la consigues ver completamente en todo su esplendor e incluso divisas los nevados Zailiynsky Alatau como telón de fondo de la ciudad.
En la cima hay un poco de todo. Podemos encontrarnos desde un pequeño parque de atracciones, a cafeterías, restaurantes, multitud de tiendas de souvenirs y artesanía, e incluso un monumento a los Beatles de bronce a escala natural. Se nota que es el típico lugar en el que las familias kazajas de Almaty les gusta pasar el tiempo libre en los festivos.
Republika Alany
Una vez recreados con las vistas de la ciudad desde lo alto del Kök-Töbe, tomamos el teleférico de regreso a la ciudad. De ahí continuamos en dirección sur hasta llegar a uno de los puntos más característicos de la ciudad, la Repúblika Alany o una plaza de ceremonias de la época soviética, con fuentes, banderas de Kazajstán y el alargado monumento a la independencia.
Este monumento a la independencia es una columna de piedra rematada por una réplica del Hombre de Oro (del que hablaré más adelante) sobre un leopardo de las nieves alado. En la base hay estatuas a caballo de una familia kazaja, y rodeando el monumento hay varios bajorrelieves de bronce que representan distintos hitos del país (desde el mencionado Hombre de Oro hasta la actualidad).
También está rodeado de algunos edificios monumentales, como la residencia de corte neoclásica Akimat o Maslikhat (antiguo edificio del partido comunista de Kazajstán), la residencia del primer presidente de Kazajstán y algún que otro memorial.
Después de dar una vuelta por la plaza nos dirigimos al parque del sur de esta, para acto seguido entrar a nuestra última visita en Almaty, el Museo Estatal Central.
Museo Estatal Central y el Hombre de Oro
Este museo es sin duda el más importante de la ciudad. Es muy interesante ya que abarca toda la historia de la región, desde la Edad de Bronce, pasando por las primeras civilizaciones, cultura nómada, islam, pueblos turcos, diversos reinados, hasta los rusos, la URSS, llegando hasta nuestros días.
En la entrada se alza una réplica del mencionado Hombre de Oro (el original se conserva en Astaná), que básicamente es un hombre o mujer que se calcula que tenía 18 años en el momento de su fallecimiento (del SIII o SIV a.C.), y que pertenecía a la realeza del pueblo escita.
Este Hombre de Oro fue hallado en 1969 en un Kurgán o túmulo funerario en la región de Issyk (dentro de la provincia de Almaty), y junto a su cuerpo aparecieron la vestimenta completa de un guerrero revestido de oro, y numerosos objetos de oro.
Se ha convertido en el símbolo nacional de Uzbekistán, en el que entiendo como un esfuerzo para crear una identidad propia del pueblo y los orígenes kazajos.
El Museo Estatal Central no es demasiado extenso (se puede ver en unas horas), pero sí intenta abarcar todos los periodos de la historia kazaja, o al menos, de la región de Almaty. Podemos encontrar una muestra de lo siguiente:
-Historia natural con animales de la región, cuernos disecados e incluso fósiles.
-Restos óseos de mamuts.
-Maquetas de mausoleos o mezquitas que describen la época islámica.
-Ánforas, jarrones, instrumental cortante de distintas épocas.
-Distintos tesoros y objetos de oro de épocas anterior a Cristo (diademas, pendientes, etc.).
-Rostros hechos en roca (de forma parecida a la que vimos aquí en Kirguistán).
-Accesorios de guerreros como cascos o armaduras o vestimentas.
-Un gran mapa de Kazajstán con numerosas figuras en su base de caballos, jinetes y guerreros.
-Una auténtica yurta recordando el pasado y presente nómada del pueblo kazajo.
-Vestimentas típicas uzbekas combinadas con fotos antiguas del SXIX y SXX.
-Grandes alfombras y cuadros con representaciones nómadas, soviéticas, culturales.
-Incluso un atlas catalán que es interesante conocer.
Finalmente, después de echar un vistazo al museo, partimos de vuelta al aeropuerto y proseguimos en nuestro recorrido con la siguiente parada en Biskek, Kirguistán.
Almaty en sí es una ciudad interesante para ver en un día, pero quizá tenga un mayor interés por su intensa vida diaria, cosmopolitismo, y, en definitiva, para disfrutar de restaurantes y clubes. Nosotros pasamos una fugaz noche de sábado, y el ambiente de salida que se respiraba en la ciudad era realmente espectacular.
Por otro lado, Almaty es una ciudad puente para la naturaleza que ostenta a su alrededor. Se pueden hacer interesantes excursiones a los montes Zailiysky Alatau, ir a esquiar a Medeo o Chimbauk y visitar el Parque Nacional de Ile-Alatau, y algo más lejos, los lagos Kolsai. Desafortunadamente, el tiempo no dio para más y decidimos visitar la naturaleza en Kirguistán. Otra vez será.
A continuación Introducción a Kirguistán: Biskek, Burana y Konorchek (I etapa).