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Un día para perderse en los Troodos de Chipre

La isla de Chipre, a pesar de ser una isla manejable donde poder ir de extremo a extremo en poco más de dos horas, cuenta con una zona verde interesante en la parte centro oeste de la isla. Se llaman los montes Troodos y es una cordillera que se acerca a los 2000 metros de altura haciendo que el clima en el país sea algo más fresco en verano y el invierno un poco más marcado.

Los Montes Troodos

Hay varios puntos de interés a lo largo de los montes y que pudimos visitar en unas pocas horas. A pesar de estar a hora / hora y media de Nicosia o de Paphos, los puntos más turísticos se visitan fáciles. Otra cosa es que uno quiera hacer senderismo o hacer una ruta etnográfica por los pueblos del sur de Troodos.

En primer lugar, hay que tener cuidado con la conducción en estos destinos. Es muy aconsejable alquilar un coche en Chipre ya que, como casi en cualquier isla, gran parte de los puntos más interesantes están lo suficientemente lejos para ir andando, y son lo suficientemente remotos para moverte en trasporte público. La segunda opción solo es aconsejable en este tipo de destinos si tu presupuesto es muy bajo y dispones de varias semanas para ver la isla.

Ahora bien, siguiendo con el coche, hay que tener en cuenta que en Chipre se conduce con el volante en la parte derecha y el conductor en el asiento izquierdo, por lo que, si uno está acostumbrado a conducir en el asiento izquierdo, al principio la conducción se convierte en todo un reto.

Un paso en falso podría implicar un accidente. Es importante tener en cuenta varias consideraciones cuando conduces al revés y que, desarrollaré ampliamente en otro artículo, sin embargo, adelanto que (1) se conduce por la izquierda, (2) las rotondas se toman por la izquierda, (3) las marchas se cambian con la mano izquierda (siempre hay que escoger automático), (4) el espacio del coche no lo acabas de controlar en la parte izquierda por lo que tiendes a invadir el carril contrario, (5) el carril por donde tienes que circular en una autopista es el del lado izquierdo y (6) el intermitente y el activador del limpia parabrisas están intercambiados. Con todo esto, conducir en un camino sinuoso a los Troodos añade una buena dosis de aventura.

EL MONASTERIO DE KYKKOS

Salimos de la localidad de Paphos, lugar donde residía nuestro “campo base” al suroeste de la isla. Nos adentramos en los Troodos a través de un bosque seco pero frondoso. Las carreteras aun sinuosas, están en buen estado. Y la poca circulación de vehículos te ayuda con la conducción al revés. He de destacar que el paisaje me recordaba mucho a paisajes del interior de España.

Paisajes que recuerdan al interior de España

Nuestra primera parada fue el monasterio de Kykkos, el principal lugar de peregrinación de la isla, una construcción y una estructura bastante impresionante para el lugar tan remoto en el que se encuentra. De aspecto moderno, la sensación de silencio y aislamiento del lugar lo hacen un sitio realmente maravilloso para reflexionar, pasear en paz y olvidar los problemas cotidianos.

Monasterio de Kykkos desde la carretera

El primer monasterio se fundó en 1118 por el emperador de Bizancio, Alejo I Comneno. Sin embargo, no queda nada de su origen y, el lugar que encontramos hoy en día, data de los siglos XVIII-XIX.

Se entra al monasterio por el patio menor, adyacente a la carretera y donde se halla la puerta real que da acceso a la iglesia (Panagia Theotokos). Desde el patio menor se pueden contemplar los bellos edificios que compone el monasterio a tu alrededor y los decorados de estilo ortodoxo en las paredes.

La planta baja del patio del monasterio desde arriba
Una fuente se encuentra en el centro del patio

También se puede observar desde ese punto el singular y vistoso campanario.

El campanario del monasterio de Kykkos
Patio de abajo del monasterio de Kykkos

Una vez visto el patio, lo natural es continuar a la iglesia, la cual conserva en la parte del altar, un brillante y dorado iconostasio ornamentado. Muy recargado para mi gusto, pero es quizá lo más elaborado de la iglesia.

En el centro de esta estructura se encuentra en teoría el venerado icono de la Virgen pintado por San Lucas. Digo en teoría porque está tapado por una tela ya que el verdadero relieve no se deja ver a los peregrinos y turistas.

Según cuenta la leyenda, en el SX, el gobernador bizantino de la isla se perdió en una cacería en los montes Troodos, y para volver a la capital le pidió ayuda a un eremita que no supo cómo ayudarle y fue castigado por ello. El gobernador, al llegar a la capital enfermó, y debido a su superstición, pensó que había enfermado por su actitud ante el eremita. Esaias, el gobernador, fue a buscarle para pedirle perdón, y el eremita, aprovechó para pedirle un icono de la Virgen pintado por San Lucas que se encontraba en Constantinopla. El gobernador aun habiéndolo intentado no pudo traerlo, pero posteriormente sanó. Más tarde, la hija del gobernador sufrió la misma enfermedad, y al ver que no sanaba, el gobernador le contó la historia al emperador Alejo I, el cual hizo posible el traslado del icono a los montes Troodos. La hija también pudo sanarse finalmente, y los milagros sucesivos a ese hecho se fueron extendiendo, haciendo este lugar objeto de peregrinación y construcción de un monasterio.

Leyenda popular

Lo que sí está permitido es contemplar versiones de la Virgen con el Niño que no sean réplicas de la original que, como he señalado, está tapada bajo una tela.

La iglesia por dentro
Virgen con el Niño
Virgen con el Niño

Dentro de la iglesia, si miras de frente, a la izquierda, hay un bonito museo donde se exponen iconos de la Virgen con el Niño, cálices, libros sagrados, cruces, etc.

Museo de la iglesia

El monasterio se completa con la planta de arriba, o claustro principal. Es alargada y también ricamente adornadoa en las paredes por imágenes de los testamentos en forma de mosaico.

Conexión entre ambos claustros a través de los murales
Patio de arriba de Kykkos – se pueden apreciar los murales
Patio de arriba

TUMBA DE MAKARIOS III

A pocos kilómetros del Monasterio de Kykkos se encuentra la tumba del arzobispo Makarios III (1913-1977). Originario de una familia de pastores de Paphos, estudió precisamente en el monasterio de Kykkos y después en Atenas y Boston, siendo nombrado obispo en 1948 y arzobispo de Chipre en 1950. Fue el más importante representante de la comunidad grecochipriota, y estaba a favor de la unión de Chipre con Grecia (la llamada enosis) – en un momento en el que la isla era una colonia de Gran Bretaña, y existía una parte importante de la población turcochipriota que estaba en contra de cualquier unión con Grecia. En 1960, cuando se declara la independencia de Chipre, se convierte en el primer presidente de la república y se convierte así en el mayor símbolo de la política moderna de Chipre.

Estatua gigante de Makarios III

Su tumba es un auténtico mausoleo que impresiona. Está situado en un alto en los Troodos donde se puede apreciar un bello paisaje de montaña mediterránea. La entrada está custodiada por una estatua de más de dos metros del propio Makarios. A ambos lados de la estatua se abren dos caminos que convergen al final donde las vistas se vuelven más espectaculares. Por el lateral de uno de los caminos se sube a una parte más alta del mausoleo donde puedes observar la adornada e impoluta tumba de Makarios y un camino que lleva a otra iglesia (que estaba cerrada cuando la visitamos).

Tumba de Makarios III
Iglesia en lo más alto del mausoleo
Montes Troodos

MONASTERIO DE AGIOS IOANNIS LAMPADISTIS

Nuestra próxima parada en los Troodos, a tan solo 30 minutos de travesía por montaña del monasterio de Kykkos, fue el pequeño pueblo de Kalopanayiotis, un bonito pueblo en los Troodos que es famoso por el monasterio que alberga. Al igual que en Kykkos, en esta zona se respira paz y tranquilidad, siendo un lugar ideal para reflexionar y escapar del mundanal ruido.

Kalopanayiotis

El monasterio de Agios Ioannis Lampadistis o de San Juan Lampadista, es una magnífica iglesia 3 en 1. Para llegar aquí, tienes que entrar primero en un bonito patio, y desde aquí, puedes entrar a la iglesia. Es un caso bastante único en el mundo porque la iglesia agrupa tres iglesias bajo un mismo techo, es decir, el conjunto no será mayor que 200 metros cuadrados,  y tan solo separa cada iglesia un pequeño escalón.

San Juan Lampedista desde el exterior
San Juan Lampedista desde el exterior
Monasterio de Agios Ioannis Lampadistis
El patio de la iglesia de San Juan Lampedista

La iglesia más antigua y la primera y principal es la katholicon y está dedicada a San Irakleidos que vivió en el SXI. Es una pequeña iglesia en forma de cruz griega y con bóvedas donde se puede apreciar el pantócrator. Entre sus bóvedas, arcos y paredes se pueden apreciar unos 30 frescos de los siglos XII-XV que narran la vida de Jesus y escenas de los testamentos testamento (la entrada de Jesucristo a Jerusalén, la resurrección de Lázaro o el sacrifico de Abraham, entre otros). [para saber más de Jerusalén y los puntos cristianos más característicos pincha aquí].

La iglesia de en medio es quizá la más importante y de la que lleva el nombre el monasterio, la iglesia de San Juan Lampadista. Es del SXI y venera al santo local san Juan que renunciaría a casarse en favor de la vida monástica y de su religión. Quedaría ciego y moriría solo con 22 años. Quizá lo más significativo es la reliquia que podemos encontrar aquí en forma de su calavera. Una lástima que esta iglesia sufriera un incendio en el SXIX que carbonizara gran parte de ella y quedando tan solo algunas pocas pinturas supervivientes del SXII.

Reliquia de San Juan Lampedista

La última capilla, la más pequeña, y llamada la “capilla latina” se añadió en el SXV con 24 murales bizantinos con estilo renacentistas dedicados a distintos temas referentes a la vida de Jesús y de la Virgen, destacando el de la Natividad.

Capilla Latina

Para terminar, después de pasar por la tienda del monasterio para hacerle algo de gasto, nos abrieron un pequeño museo de iconos cristiano ortodoxos traídos de varias partes de Chipre, destacando las imágenes de los tan referidos la Virgen y el Niño..

KAKOPETRIA

Nuestra última parada por los Troodos fue el hermoso pueblo de Kakopetria. A tan solo 30 minutos del monasterio de San Juan Lampedista se encuentra uno de los pueblos más típicos y turísticos de Chipre. Debe su nombre Kakopetria a “rocas malditas” pues un violento terremoto provocó una avalancha de piedras matando a gran parte de sus antiguos habitantes.

Sin embargo, otra interpretación se debe a una gran roca existente en la parte baja del pueblo a la que un antiguo rito obligaba a los recién casados dar tres vueltas a la misma. Un día la roca se desprendió con tan mala suerte de matar a una de esas parejas.

La famosa roca maldita al fondo en la imagen

Kakopetria es un lugar tranquilo. Cuando fuimos pudimos aparcar perfectamente y dar una vuelta por sus agradables calles. De hecho, fue el lugar que elegimos para comer y degustar unos fantásticos crepes.

Kakopetria elaboraba inicialmente seda y tejidos, pero poco a poco se fue especializando en vinos. En sus campos también se plantan frutales y nogales cuyos frutos se endulzan y encurten para los postres.

Kakopetria tiene un camino empedrado que comienza donde la roca anteriormente comentada y sube el pueblo hasta que empiezas a encontrarte fantásticas casas de piedra cubiertas de tejas, ricamente decoradas e improvisadas como tiendas de souvenirs, cafeterías o las famosas tavernas donde se puede degustar la gastronomía grecochipriota. Quizá la iglesia que más merece la pena la podemos encontrar en ese mismo recorrido, la llamada Metamorfosi tou Sotira.

Bajo este pueblo en alto, fluye el río Kargotis, ofreciendo un paisaje vivo, verde y fresco. Merece la pena bajar a la ribera para absorber el frescor en un caluroso día de verano, ver el molino y descansar después de haber recorrido las cuestas del pintoresco pueblo.

Los Troodos tienen otros muchos lugares que hacen que merezca la pena pasar varios días por la zona. Hay aislados santuarios por todo los Troodos que son auténticas obras de arte – siendo hasta 10 de sus iglesias Patrimonio Cultural de la Unesco.

La parte del río de Kakopetria

Hacia el sur nos encontramos con la importante región de Commandaria donde se elabora el famoso vino chipriota (y del que no dudéis en pedir en cualquiera de sus tavernas). Para finalizar, los pueblos que se encuentran en la región son pintorescos y ofrecen una arquitectura de montaña única, como el mencionado Kakopetria, Omodos o Monagri.

Para terminar, quería dar unas pinceladas sobre el reino perdido de Alashia, que se cuenta que existió hace miles de años en los Troodos. Sus gobernantes tenían el mismo rango en importancia que los faraones de Egipto. Así se habla en unas tablillas de arcilla de el-Amarna donde se habla en un lugar rico en cobre (siendo Chipre conocida por ese metal que da color a la forma de la isla en su bandera).