Continuación de Introduccion a Kirguistan: Biskek, Burana y Konorchek (I etapa).
Muy cerca del cañón Konorchek, a unos pocos kilómetros, se empieza a divisar el gran lago de Issyk-Kul. Esta enorme masa de agua es el segundo lago alpino más grande del mundo teniendo una longitud máxima de 182 km y una anchura de unos 60 km (¡para dar una vuelta al lago con el coche tienes que recorrer más de 600km!). Su profundidad media es de unos 234 metros, siendo su profundidad máxima de 700 metros con un 6% de salinidad. Esta salinidad hace que sea un agua no potable y poco aprovechable. Es más, ningún río nace de dicho lago por lo que el agua que va a parar aquí se queda.
El Issyk-Kul se considera la joya de la cordillera Tien Shan, la cual abastece al lago con las nieves del deshielo de sus altas montañas. Su nombre quiere decir el “lago tibio” en el lenguaje kirguiso ya que no se hiela en todo el invierno a pesar de las bajas temperaturas. Issyk-Kul es un destino muy popular entre locales y también entre viajeros como nosotros, ya que puedes encontrar un clima más fresco en verano, realizar todo tipo de actividades o trekkings en las montañas o simplemente relajarte a la orilla del lago.
Cholpon Ata
Una vez llegamos a la orilla del Issyk-Kul, comenzó un periodo de dos días en el que lo bordeamos parándonos en los puntos de interés alrededor del lago. Nos adentramos por la parte norte y a media tarde hicimos una parada técnica en Cholpon (que significa “estrella” en lenguaje kirguiso) Ata (que significa “padre” en lenguaje kirguiso), en particular, nos paramos en centro cultural Ruth Ordo.
Este curioso lugar es un centro cultural atípico. Normalmente ofrece tours de una hora de duración, aunque nosotros no llegamos a hacerlo por falta de tiempo ya que estaba anocheciendo. Sin embargo, sí que dimos una vuelta y nos contagiamos de una sensación de armonía entre religiones que nunca antes había vivido.
Básicamente, el centro cultural es un jardín al aire libre justo enfrente del lago Issyk-Kul. por el que vas siguiendo un camino donde vas adentrándote en pequeñas casetas o estructuras que alojan cuadros y simbología en su interior. Es curioso que cada caseta corresponda a la representación de una religión en concreto, por lo que puedes entrar en una y admirar una temática judía, salir de la misma y caminar unos 30 metros para adentrarte en una caseta con temática islámica, etc. Lo que llama la atención es que congreguen una mini representación de todas las religiones dominantes de la actualidad y que convivan bajo un remanso de paz y armonía en dicho centro religioso-cultural.
Cabe destacar que Kirguistán, al igual que sus vecinos, son estados laicos y musulmanes, es decir, el Estado lo declara laico pero la mayoría de la población es musulmana. Aquí me encontré por primera vez en mis viajes por países musulmanes, la categoría de musulmán no practicante (los dos guías que tuve en Uzbekistán y Kirguistán eras musulmanes no practicantes por lo que no seguían las instrucciones prácticas del Corán).
Karakol
Llegamos ya adentrados en la noche a la ciudad más poblada del lago Issyk-Kul, la ciudad de Karakol. Con pocas energías, aunque con mucha hambre nos dirigimos a uno de los restaurantes más recomendables de la ciudad: Café Dastorkon. Este lugar, adecuadamente decorado según costumbres del lugar nos ofreció una amplia variedad de carnes al estilo kebab (y en pincho). Ojo con la carne de caballo pues es muy típica en Kirguistán, y dan casi por hecho que te la pueden poner al pedir un variado de carnes. Nosotros la declinamos cortésmente.
Llegados a este punto y después de un maratoniano día que comenzó en Biskek, pudimos descansar en un amable guesthouse de la ciudad de Karakol (Guesthouse Riverside).
El segundo día de tour comenzó con un pequeño tour de los puntos de mayor interés de Karakol, ciudad fundada por el imperio ruso en 1869. Realmente la ciudad no tiene demasiado que ver, sino que es más un lugar donde descansar para acceder a realizar actividades en el lago Issyk-Kul y en las montañas cercanas del Tien Shan.
Iglesia de la Santa Trinidad
La primera parada del día fue la Iglesia de la Santa Trinidad en Karakol que fue construida durante la ocupación del Kirguistán por el imperio ruso.
Al principio usaron material de yurta pero debido a su inestabilidad procedieron a reformarla con ladrillo. hasta su destrucción por un terremoto a finales del SXIX, siendo reconstruida poco después en 1895 usando la madera que podemos ver hoy en día.
En tiempos soviéticos, es decir, durante casi todo el SXX, esta iglesia sufrió el mismo destino que otros templos religiosos. Fue cerrada y usada como centro de danza, deporte e incluso una carbonera hasta el año 1992, donde el nuevo gobierno kirguiso la donó a la comunidad ortodoxa a cambio de que ellos soportasen los costes de la reforma. A partir de 1995 ha funcionado por fin como una iglesia.
A pesar de no esperarme mucho de los edificios construidos en Kirguistán, país mucho más famoso por su naturaleza que por su arquitectura, personalmente me llamó la atención este edificio. Es una iglesia original y realmente bonita por fuera. La madera de la estructura combinada con los llamativos tejados verdes hace que sea una iglesia muy original. El interior no sorprende a pesar de los llamativos colores azules. Tanto el retablo como la rica decoración tienen tintes más modernos. El color azul con el que pintaron el interior de la iglesia recuerda a aquellos tonos azules de los palacios de San Petersburgo.
La Mezquita de Dungan
Una de las construcciones que más me han sorprendido en Kirguistán (sino la que más), ha sido la mezquita de Dungan. Lo que más llama la atención de esta mezquita es que no tiene un diseño arquitectónico al uso, sino que su diseño es increíblemente chino. Imaginad una mezquita con tejados, columnas, acabados y formas chinas (y con tonos azules, amarillos y verdes). Esta es la Mezquita de Dungan.
A finales del SXIX, un chino musulmán llamado Dungan, llegó al Kirguistán perseguido en su país de origen y formó en Karakol una comunidad musulmana. En 1907, Dungan y su comunidad apoyaron la construcción de esta mezquita china, por lo que invitaron a un arquitecto chino que trajo a 20 constructores chinos para realizar un proyecto de mezquita que tardó 3 años en realizarse.
Al igual que la iglesia de la Santa Trinidad, han usado material local de madera para su construcción, sobreviviendo ambas construcciones durante más de 100 años. En la época soviética también tuvo muchos usos como el de una carbonera o de alojamiento para los soldados.
Llama la atención el minarete, también de estilo chino, junto al edificio principal. El interior no vale mucho por lo que solo un vistazo desde la entrada lateral basta para hacerte una idea. El lugar ajardinado que lo rodea ensalza la belleza y rareza de este lugar único en Kirguistán.
Después de dar una vuelta con el coche, y visitar andando algún mercado y alguna tienda de souvenirs, dejamos atrás Karakol y proseguimos nuestro camino.
La ciudad de Karakol está a mitad de camino para dar la vuelta al lago Issyk-Kul, si entras al mismo por la carretera que conduce a la capital Biskek. Aunque la infraestructura de la carretera deja mucho que desear, sobre todo en la parte sur del lago, las comunicaciones en Kirguistán han mejorado mucho últimamente. Un amigo cercano realizó un viaje muy parecido allá en 2008 y poco más o menos que el recorrido fue una auténtica aventura de un país virgen turísticamente hablando. Desde entonces, la situación en el país y alrededor del lago Issyk-Kul ha ido mejorando, e incluso se han disputado los juegos nómadas allí en el Kirguistán, congregando a varios países vecinos.
También me pareció curioso la cantidad de personas haciendo autostop en la carretera, la cual era una práctica muy utilizada en Europa en los años 70 y 80 que ha caído en desuso por razones de seguridad. En Kirguistán, la todavía buena fe de gran parte de sus habitantes, su generosidad para con extraños y la falta de infraestructura y transportes hacen del autostop una práctica muy utilizada.
El lago Issyk-Kul sin duda es el punto más turístico de todo el país, y en época de verano suele colgar el cartel de completo puesto que los alojamientos se completan muy rápidamente.
Área de recreo y catarata Barskoon
Siguiendo nuestra salida desde Karakol, nos tocaba recorrer la parte regular de la carretera. Nos dirigimos a la ciudad de Barskoon en la que nos desviamos tierra adentro por un desfiladero donde empezaron a asomarse frondosa vegetación, montañas nevadas y el cauce de un idílico río que nos siguió unas decenas de kilómetros tierra adentro, hasta el lugar de descanso y recreo de la catarata Barskoon.
Una vez dejado el coche en el aparcamiento, pudimos apreciar, en primer lugar, una gran estatua del cosmonauta Yuri Gagarin (primer hombre en el espacio). Gagarin, uno de los mayores héroes nacionales rusos de la época soviética, necesitó varios meses de rehabilitación y de recuperación después de su viaje al espacio, recomendándole los médicos el área del Kirguistán. De ahí que tenga una estatua allí.
El área de recreo Barskoon está situado en un valle con densa vegetación. Se trata de un lugar donde vienen familiar a pasar el día en plena naturaleza. Había burros, caballos, pelotas y multitud de niños jugando. También pude apreciar un “campamento” de yurtas adecuadamente montadas durante la época veraniega, donde probablemente se alojaran o comieran parte de estas familias.
Sin embargo, nuestra parada se debía a que existen una serie de cataratas muy fotogénicas montaña arriba. Como no teníamos tiempo para verlas todas, nos dirigimos a una de ellas después de un trekking de unos 30 minutos cuesta arriba. Si bien la catarata impresionaba con su belleza y el fantástico entorno, no esperéis ver algo que os sorprenda respecto a otras cataratas en otros lugares del mundo.
Más que la catarata en sí, lo que más aprecié de esta visita fue el entorno del área de recreo Barskoon, donde pudimos disfrutar del Kirguistán verde, salvaje, donde todavía no se nota la mano del hombre salvo por una carretera defectuosa de arena y piedras.
A continuación Sobre yurtas y águilas en Kirguistán (III etapa).