Continuación de Khiva – la ciudad de las mil y una noches (primera parte).
La Ciudadela de Kuhna Ark
Si entrando por la puerta Oeste, a la derecha podemos contemplar la increíble madraza de Mohammed Amin Khan y el Kalta Minor, si avanzamos un poco, a mano derecha, contemplaremos una plaza extensa o plaza mayor de Khiva, que solía ser el corazón del mercado de los esclavos de la otrora próspera Khiva.
Una de las puertas que tienen salida en esta plaza mayor es la de Kunha Ark, fuerte y residencia de los gobernantes de Khiva. Se trata de una ciudadela dentro de la propia ciudadela de Ichon-Qala, construida por Ok Shaykh Bobo en el SXII y ampliada por los kanes de Khiva en el S XVII.
Es una estructura muy completa donde los khanes tenían todo lo que necesitaban para poder gobernar y para poder vivir. En este lugar existía un harén, cuarteles, una mezquita, su residencia, establos, lo que llaman “kurinishkhana” (o lugar donde reciben a la ciudadanía, analizan quejas o propuestas), cocina, cárcel, y un largo, etc. dentro de un entorno amurallado. Del actual edificio han reconstruido gran parte de lo que había en la ciudadela original y podemos hacernos una idea de cómo funcionaba este lugar.
A mi juicio, lo más impresionante de la ciudadela, es poder subir por unas escaleras a la atalaya de la misma. Desde este punto contemplas unas vistas panorámicas a Ichon-Qala y más allá de las murallas, que quitan el hipo. Puedes apreciar la cantidad de madrazas y arquitectura islámica a través de mezquitas, minaretes y mausoleos que hay en la ciudad de Khiva. Es sin duda uno de los puntos más impresionantes de la visita a Khiva.
Una vez tomado todas las fotos y vídeos posibles procedimos a visitar el resto de la ciudadela.
Empezamos por lo que llaman “kurinishkhana”, que consta de un amplio patio con una plataforma circular en el centro, que era la base de la yurta real. Los kanes aun no siendo nómadas, les gustaba usar yurtas y colocarlas sobre estas bases para recordarles sus tradiciones.
Quizá lo más sobrecogedor el llamado aivan o pórtico de azulejos azulados con decenas de distintas formas geométricas. Este pórtico está sustentado por dos llamativas columnas de madera ricamente trabajadas mostrando distintas figuras (salvo la parte de la base que dejan lisa). El techo también está increíblemente tallado, mostrando formas cuadradas, y dentro de ellas, variedad de figuras geométricas. Eso sí, pare el color, en este caso, usan tonalidades naranjas, rojas y marrones.
Llama la atención el uso que se hace de la forma de la fruta de la granada ya que se concibe que sus semillas representan los miembros de la familia, y el rojo significa los lazos de sangre que representa dicha familia.
Por último, sobre la pared del pórtico podemos tres puertas distintas, la más grande es la que usaba el Khan, la mediana, la que usaban los administrativos o funcionarios, y la última y más pequeña, para esclavos o personas de rango inferior. Al traspasar una de las puertas llegas al salón del trono, una magnifica y colorida sala presidida por un trono (siguiendo el patrón geométrico que estamos viendo, pero esta vez en tonalidades verdes), donde el Khan despachaba los asuntos que afectaban al khanato o a la ciudad, y trataba asuntos de orden público.
Posteriormente, dentro de la misma ciudadela, procedimos a visitar la mezquita de verano. Realmente, es un patio y un aivan muy parecido al palacio administrativo que acabamos de comentar. Quizá la diferencia más llamativa es que hay 6 columnas de madera (en vez de dos) y una gran puerta en el medio de la pared o el mihrab (en vez de tres puertas). En la parte derecha vemos un minbar o escaleras que conducen al púlpito, y en los laterales podemos apreciar los dos llamativos pináculos redondeados y celestes del edificio.
Si nos fijamos de cerca en los azulejos vemos que han necesitado pegarlos con clavos para darle un extra de sujeción por los deficientes materiales usados en su construcción (mala combinación del agua con la tierra con agua salada).
La ciudadela dispone de otras partes interesantes que se pueden ver con rapidez. Cerca de la mezquita hay exposiciones interiores del Reino de Corasmia, también puedes encontrarte el antiguo tesoro, que hoy en día es un museo que expone billetes y monedas acuñadas en este lugar. Gracias a las tecnologías y smartphones que disponemos hoy en día, aun estando algunas de las explicaciones solo en uzbeko, puedes hacer una foto con tu teléfono al texto, y automáticamente te lo traduce al castellano. Bendita tecnología.
Madraza de Mohammed Rahim Khan
Según sales de la ciudadela de Kuhna Ark, justamente enfrente, cruzando la plaza mayor, nos encontramos con la madraza de Mohammed Rahim Khan. El estilo es casi idéntico a la madraza de Mohammed Amin Khan por lo que no destaco algo que me llame especialmente la atención a diferencia de la primera que vimos. Quizá esta madraza sea un poco más pequeña y menos sofisticada, pero, no obstante, sigue siendo impresionante, con un iwán trabajado, decorado con azulejos turquesas con ricas decoraciones geométricas, siendo el ladrillo cocido la base de la construcción de este edificio también en dos plantas.
Construida por Mohammed Rahim Khan, conocido por ser el Khan que hizo crecer y embellecer Khiva y Corasmia con más de 20 madrazas, mezquitas, minaretes (siendo gran parte de los edificios del Ichan-Qala de la época de este Khan). También es conocido por rendir Khiva al imperialismo ruso y también por ser un famoso poeta que firmaba sus obras como Feruz.
Del interior de la madraza merece la pena un museo interior que trata de la vida de este Khan, de su hijo Isfandiyar, y muestra vestimentas y un popurrí de objetos de época. Desafortunadamente, la electricidad se apagó en toda la ciudad en el momento en el que nos encontrábamos en el museo y nuestra visita terminó de forma precipitada. El museo no muestra suficientes puntos de interés como para quitar tiempo de las siguientes visitas.
Mezquita de viernes o Juma
Avanzando por las calles empedradas de Ichon-Kala, nos encontramos con la mezquita más famosa de Khiva. Se trata de la mezquita de viernes o Juma de unas 218 columnas de madera que sostienen el tejado, y se considera, con sus diferencias, prima lejana de la de Córdoba.
La mezquita del viernes de Juma (donde acostumbraban a rezar los musulmanes los viernes) es de la más antiguas de Asia Central, habiendo sido reconstruida en varias ocasiones. Tan solo 2 o 3 de las columnas pertenecen a la mezquita original del SX, y unas 15 columnas se creen que datas de los SX al SXVI. El edificio actual, junto con el resto de las columnas, se construyó en el SXVIII.
Cada columna ofrece un diseño trabajado en madera que es único, por lo que lo hace una auténtica maravilla. Sin embargo, la humedad propia del oasis y las termitas están poniendo en peligro su sostenibilidad a largo plazo. Usan lana de camello para aislar la humedad, pero no es suficiente para parar la inexorable erosión a lo largo de los años.
El interior de la mezquita está decorado con alfombras y ofrece en la parte central dos bonitos patios que dejan entrar la luz natural. También nos encontramos con un mihrab y un minbar. El inmenso tejado de madera que sostienen las columnas, aun de estilo poco cargado, es tan llamativo como las columnas en sí.
Sin lugar a duda, es un sitio de descanso, reflexión y oración.
Palacio Tosh-Hovli
Cerca de Mezquita Juma, la próxima parada en nuestro intenso recorrido mañanero por Khiva, entramos en el palacio Tosh-Hovli. Este gran palacio que significa “casa de piedra” contiene una de las mejores decoraciones de cerámica, madera tallada y de aivanes de todo Khiva. Fue construido por Allakuki Khan a principios del SXIX como una alternativa más sofisticada a la ciudadela de Kuhna Ark. Este Khan no era un hombre como para tomárselo a bromas ya que ejecutó al primer constructor por no terminar el vasto encargo en tan solo dos años.
La estructura del palacio en el exterior es como la de una fortaleza con altos muros, y puertas y torres fortificadas. En el interior, el palacio es un auténtico laberinto en el que pudimos visitar tres patios o partes diferenciadas:
Palacio Administrativo:
Hecho casi a imagen y semejanza del palacio administrativo de Kuhna Ark. Consta de un patio con una plataforma circular para la yurta real y un aivan (pórtico cubierto) casi idéntico (variando algún formato decorativo) al que vimos anteriormente, donde podemos apreciar tres puertas, pero en este caso solo una majestuosa columna de madera de olmo (de la estepa asiática) ricamente trabajada.
Palacio Residencial:
No muy lejos de allí, pasamos a otro espacio que conforma el palacio residencial del Khan. Consta también de un patio con una plataforma circular donde esta vez podemos ver una auténtica yurta encima de la misma. Se puede entrar y contemplar la yurta por dentro. Si quieres saber más de yurtas pincha en mi aventura por Kirguistán.
También podemos contemplar otro aivan del mismo tipo de los que vimos con anterioridad. Aquí varía un poco ya que solo vemos dos puertas y una gran columna de madera donde podemos ver distintas figuras geométricas hechas minuciosamente en la propia madera. Es destacable que en los patios hay plantaciones de moreras ya que se usaban, más allá de su papel decorativo, para quitar la humedad y la sal del ambiente.
Harén:
Por último, se llega al harén saliendo del palacio y entrando por otra puerta. Este espacio es mucho mayor que el resto de las estancias. El patio es llamativamente más grande y azulado. Aquí vivían las esposas y las concubinas. También los hijos hasta los 11 años, que cuando cumplían esta edad (antes de su despertar sexual) eran trasladados a otras dependencias del palacio.
Dentro del harén existía una estancia para las mujeres oficiales (que solo podían ser 4), y otra estancia para las concubinas, sin número máximo, que servían a toda la familia del rey. En una época hostil de guerras y hambrunas, vivir como concubina en el palacio era sinónimo de ser muy afortunada.
Mausoleo de Pahlavon Mahmud
Muy cerca de la mezquita del viernes o de Juma, nos encontramos con el que considero el punto más bello de todo Khiva y el mejor edificio histórico conservado; el mausoleo de Pahlavon Mahmud.
Pahlavon Mahmud (1247-1326) fue una de las celebridades más importantes de la ciudad de Khiva, un virtuoso de su tiempo. Fue poeta, filosofo, humanista, luchador, artesano, de tintes renacentistas y adelantado a su tiempo, que se convirtió en santo patrono de la ciudad. Una vez fallecido, su tumba fue lugar de peregrinación, hasta convertirse en el portentoso mausoleo que vemos hoy en día. De hecho, comparte mausoleo con algunos khanes del siglo XIX y SXX, entre ellos, el mencionado Mohammed Rakhim Khan (autor del inicio del actual mausoleo).
El mausoleo consta de dos partes. La parte inicial es un espacioso y decorado patio, un lugar perfecto de descanso y de cobijo en los días de mayor calor. En los laterales encontramos las estancias de las tumbas de las reinas. Según caminas de frente, entras al mausoleo en sí, una sala de estilo persa, decorada íntegramente en tonalidades azules y formas geométricas. Auténticamente impresionante. Te quedas sin palabras.
Realmente estuvimos en este espacio unos 20m-30m y, curiosamente, por la tarde, cuando tuvimos mayor libertad de ver algunos edificios que nos quedaban pendientes o repetir algunas partes de la visita, decidimos volver a disfrutar de este mágico e irrepetible lugar.
Después de quedarnos un rato en la sala principal, visitamos también la sala de la parte derecha, que alberga la tumba del mencionado Pahlavon Mahmud, y que, hoy en día, sigue siendo lugar de peregrinación (había algunos fieles rezando en el momento de nuestra visita). La sala de la izquierda albergaba las tumbas de algunos khanes del SXIX, que quisieron ser enterrados junto con el patrón para estar a los pies del santo en su muerte.
Madraza de Islom Hoja
Muy cerca del mausoleo de Pahlavon Mahmud se encuentra el último punto de nuestro recorrido guiado en Khiva, la madraza y el minarete de Islom Hoja. Es una bonita madraza de un estilo parecido al que hemos ido viendo en la ciudad, culminada con una bella cúpula hecha de una mezcla de bronce, latón y cobre. El minarete próximo se construyó de forma simultánea a la madraza y se eleva a unos 50,5 metros de altura con un diámetro de 9,5 metros. Es el edificio más alto de todo Khiva por lo que es recomendable subir para apreciar las mejores vistas de la ciudad. Nosotros no subimos puesto que ya habíamos apreciado las vistas desde la atalaya de la ciudadela y estábamos cansados.
Islom Hoja fue un visir liberal que vivió a principios de SXX y fue el que encargó la madraza y minarete más modernos de los que incluimos en la visita, construidos en 1910. La madraza disponía de 42 celdas (hujras), donde estudiaban más de 100 estudiantes. La madraza está también construida en dos plantas. Islom también construyó escuelas y un hospital que le permitió granjearse gran popularidad, y que desafortunadamente, acabó con su asesinato.
Los museos que vimos en Uzbekistán no son gran cosa, en el sentido en el que no están tan bien preparados como los que acostumbramos a ver en occidente (o en oriente). Son espacios que no están nada habilitados para los visitantes, las descripciones suelen estar casi siempre en el idioma local, no hay un circuito visitante estudiado, y suelen meter un popurrí de temas varios en el espacio que tienen habilitado.
Dentro de la madraza podemos darle unos minutos a dar una vuelta por el Museo de Artes Aplicadas, que expone una variedad de temas; (1) artesanía de Corasmia, (2) alfombras uzbekas, (3) tallas de madera, (4) retratos de grandes personalidades como Avicena (el médico) como Mohammed ibn-Musa al-Khwarizmi, inventor del álgebra, (5) vestimenta propia de la zona, (6) piedras talladas con caligrafía árabes, entre otras.
Paseo por Khiva y la iluminación nocturna
La ciudad de Khiva tiene otras decenas de madrazas, minaretes, otras tres puertas, algunos mausoleos y mezquitas. Si quieres puedes visitar todas por dentro, pero te llevará varios días. El recorrido que hicimos incluyó los lugares más característicos de la ciudad tras una intensa mañana y mediodía. Sin embargo, cuando acabamos la parte guiada, dimos un paseo por la ciudad completando el resto de los lugares, al menos, de forma externa.
Khiva está lleno de rincones especiales, que invita a que te pierdas por sus callejones y vayas descubriendo las maravillas que guardan a la vuelta de cada esquina. Está cada vez más preparada para el turismo, por lo que te encuentras cada poco con puestos de souvenirs y puestos de telas y alfombras.
Un lugar de mercadillo característico es el Caravasar de Allah Kuki Khan. Este tipo de edificio del que hablaremos en Bukhara es un antiguo tipo de edificación surgido en los principales caminos donde las caravanas, que hacían largos viajes de muchas jornadas podían pernoctar, descansar y reponerse los viajeros y animales (eran el origen de los hoteles y hostales de esta zona). Estos lugares eran clave dentro de los lugares más importantes de la Ruta de la Seda (como Bukhara o Samarcanda). En Khiva, al ser un enclave menor, solo cuentan con un caravasar más importante, que además es más moderno (del SXIX) para potenciar el comercio internacional (de esclavos) de Khiva.
El calor extremo al que nos estábamos viendo sometidos en junio nos hizo parar para tomar alguna cerveza y también disfrutar de la gastronomía uzbeka, curiosamente muy parecida a la mediterránea. A la noche, gracias a tener el alojamiento dentro del Ichon-Kala, pudimos dar otra vuelta para disfrutar de la Khiva iluminada.
Al terminar, descansamos y nos preparamos para tomar, a primera hora, el tren en Urgench con destino Bukhara.
A continuación Bukhara, el corazón de la Ruta de la Seda (primera parte).