Como comentamos en el artículo de Helsinki, la capital finlandesa es un excelente punto de partida para realizar un viaje de mayor sustancia. Puedes optar o bien ir al norte y conocer la Laponia finlandesa, quedarte en el sur de Finlandia y conocer la parte de los lagos, hacer una pequeña escapada a la monumental ciudad de San Petersburgo o, como relato en esta ocasión, cruzar el báltico para alcanzar Estonia y su magnífica ciudad de cuento, Tallin.
Con suficiente tiempo, no solo sería conveniente visitar la capital de Estonia, sino desplazarte a Riga (capital de Letonia) y a Vilnius (capital de Lituania), para poder conocer las tres capitales bálticas. Quizá lo ideal es moverse por carretera, ya sea en autobús (versión más económica) o coche de alquiler. No existe una desarrollada estructura ferroviaria o aviones de bajo coste entre dichas capitales. En nuestro caso, al viajar con niños de alrededor un año, un coche ampliado con espacio para dos sillas era la mejor opción.
Ahora bien, antes de adelantar acontecimientos continuamos con nuestro periplo en el ferry.
Como decía, una escapada clásica desde Helsinki, es viajar en ferry hasta Tallin, la capital de Estonia. Un trayecto de apenas dos horas y media por el mar Báltico que se ha convertido casi en una tradición para muchos finlandeses, quienes durante años cruzaban la frontera marítima para comprar alcohol mucho más barato en Estonia. Hoy los precios ya no son tan bajos como antaño, pero el viaje sigue siendo una opción muy popular, tanto para locales como para viajeros curiosos.
Compañías de ferry: Eckero Line y Viking Line
En nuestro caso, hicimos la ida con Eckero Line y la vuelta con Viking Line, dos de las principales compañías que cubren la ruta. Ambas ofrecen varias frecuencias al día, con horarios que permiten salir por la mañana, disfrutar de Tallin durante unas horas y regresar a Helsinki al caer la tarde.
- Eckero Line: barcos modernos y espaciosos, con un ambiente muy festivo. Ideal para comenzar el viaje con energía, pues nada más subir se respira esa mezcla de crucero y fiesta de fin de semana.
- Viking Line: algo más clásico y familiar, con una organización excelente y múltiples zonas de entretenimiento, desde restaurantes buffet hasta terrazas exteriores para disfrutar de la brisa del mar Báltico.
Los precios son bastante módicos, sobre todo si se compran los billetes con antelación. Lo normal es pagar entre 20 y 30 € por trayecto, aunque en temporada alta pueden subir.
Qué encontrarás a bordo
Lo sorprendente de este corto trayecto es lo mucho que ofrecen los barcos. No se trata de simples ferries, sino de auténticos mini-cruceros flotantes:
- Zonas de juegos y entretenimiento: hay espacios para niños con juegos interactivos y áreas pensadas para familias.
- Música en directo: desde grupos que tocan clásicos del pop y el rock, hasta cantantes locales que amenizan el ambiente en los bares interiores.
- Máquinas tragaperras y bingo: muy populares entre los pasajeros habituales, sobre todo los finlandeses.
- Duty free y tiendas: aunque los precios ya no sean tan baratos como hace unos años, sigue siendo un clásico que los viajeros salgan del ferry cargados de bolsas.
- Restauración para todos los gustos: desde cafeterías rápidas hasta buffets con cocina nórdica y estonia.
- Ambiente diverso: familias con niños, grupos de amigos, parejas en escapada romántica… cada quien encuentra su espacio.
La experiencia del trayecto
Subir al ferry en Helsinki es casi como entrar en otra dimensión. Apenas dejas atrás la modernidad de la capital finlandesa, te encuentras con un barco que mezcla ocio, compras y fiesta en apenas dos horas y media de travesía. Mientras algunos ocupan mesas con vistas al mar para charlar y tomar una cerveza, otros prueban suerte en las tragaperras o disfrutan del bingo, un clásico entre los pasajeros.
En nuestro caso, pudimos tener suficiente espacio para que las dos familias donde poder comer, pasear con los niños e incluso un espacio de juegos cercano. Aunque vaya uno con niños, también es recomendable darse un paseo por el barco para descubrir todo lo que ofrece, y hacer la transición entre los distintos tipos de públicos.
Lo mejor llega cuando, poco a poco, Tallin aparece en el horizonte: las torres medievales y las murallas de la ciudad vieja se alzan sobre el puerto, dándote la bienvenida a uno de los cascos históricos mejor conservados de Europa.
¿Qué pasa en invierno cuando el mar se hiela?
Una de las dudas que me rondaba la cabeza cuando planifiqué el viaje es si los ferries entre Helsinki y Tallin siguen operando en los meses de invierno, cuando el mar Báltico llega a congelarse en superficie.
La respuesta es sí, los ferries funcionan todo el año. Los barcos que cubren esta ruta están diseñados como rompehielos ligeros, capaces de navegar incluso cuando el mar está cubierto de placas de hielo. Lejos de ser un problema, se convierte en una experiencia única: el ferry avanza rompiendo el hielo mientras los pasajeros disfrutan del paisaje blanco y de un ambiente muy diferente al del verano.
Eso sí, conviene tener en cuenta:
- El frío es intenso, especialmente en cubierta, así que hay que ir bien abrigado si quieres disfrutar de las vistas.
- En días de tormenta o condiciones extremas puede haber retrasos puntuales, pero la ruta se mantiene activa.
- Algunos viajeros consideran que es el mejor momento para hacer el trayecto, porque ofrece una postal inolvidable de la vida en el Báltico en pleno invierno.
Cuando realizamos el trayecto era Semana Santa, y el frío en el exterior era considerable por lo que cuando salimos a la cubierta había que estar realmente abrigado, y en particular, los niños.
Información práctica para viajar en ferry de Helsinki a Tallin
Duración y horarios
- El trayecto dura entre 2 y 2 horas y 30 minutos.
- Hay varias salidas al día, tanto por la mañana como por la tarde, lo que permite ir y volver en el mismo día o quedarse a dormir en Tallin.
Compañías principales
- Eckero Line: buena relación calidad-precio, ambiente animado y barcos modernos.
- Viking Line: más orientada a familias y a quienes buscan un viaje cómodo con múltiples opciones gastronómicas.
- Tallink Silja Line (mención): la tercera gran compañía, con barcos aún más grandes y frecuentes.
Precios y reservas
- Los billetes cuestan entre 20 y 30 € por trayecto, aunque en temporada alta o si reservas en el último momento pueden superar los 40 €.
- Lo recomendable es reservar con antelación online en las webs oficiales de cada compañía.
- Existen ofertas especiales para ida y vuelta en el mismo día, ideales si solo quieres hacer una excursión rápida a Tallin.
Consejos para aprovechar al máximo
- Elige el horario de mañana para aprovechar todo el día en Tallin y regresar por la tarde o noche.
- Si viajas en verano, busca asiento en la cubierta exterior: las vistas del Báltico son espectaculares.
- En los barcos suele haber buffet libre, pero puedes llevar tu propia comida o comprar algo sencillo en la cafetería.
- Ten en cuenta que los finlandeses suelen comprar alcohol en el duty free, aunque hoy ya no sea tan barato como antes: es parte de la experiencia.
- Si viajas con niños, los ferries tienen áreas de juegos familiares, lo que hace el trayecto más llevadero para todos.